Las pérdidas económicas y de lectores amenazan el futuro del diario francés 'Le Monde'
El más prestigioso diario francés, Le Monde, registra una fuerte pérdida de dinero y de lectores y corre peligro de desaparecer, según indica un informe de la sociedad de redactores del mismo que ayer, en parte, fue revelado por el diario parisiense Le Matin. Un periodista de Le Monde confirmó a EL PAIS la situación "prácticamente de quiebra" en la que se encuentra el vespertino parisiense.Para el próximo día 7 de junio está convocada una asamblea general extraordinaria de la sociedad de redactores, con el fin de examinar la situación y las perspectivas del periódico, a la vista del panorama alarmista que se desprende de este informe.
En pocas palabras, lo que le ocurre a Le Monde es que pierde dinero y lectores. En los dos últimos años, es decir en 1982 y 1983, los números rojos han alcanzado los 50 millones de francos (1.000 millones de pesetas), aunque hay que advertir que 12 de esos millones fueron gastados en pagar jubilaciones anticipadas. Según la sociedad de redactores, la pérdida de lectores fue del 4,12% en 1983, y no del 3% como se suponía. Le Monde vende actualmente unos 400.000 ejemplares, de una tirada que gira en torno al medio millón.
Las dificultades del diario se deben, esencialmente, al exceso de efectivos y al arcaísmo de su confección. La sociedad de redactores, que es propietaria de una minoría de las acciones de Le Monde, entiende que "enderezar la situación interior es el principio ineludible de cualquier tipo de solución". El pasado diciembre, la dirección actual (Andre Laurens es el director) ya anunció 110 despidos. Precisamente ayer un conflicto laboral, relacionado con los despidos, impidió que se pusiera a la venta la primera edición del periódico. La redacción piensa que "la evolución de las técnicas de producción podría clarificar considerablemente el futuro, si superamos el momento actual".
Parece que los bancos que soportan el déficit de Le Monde no consentirán el progreso del endeudamiento. La banca está nacionalizada en Francia (el 93%), y por ello algún sector de la redacción, más a la izquierda, parece que pretende un acercamiento al poder.
Desde que nació hace 37 años, Le Monde ha sido "el mejor diplomático de Francia en el mundo", debido al crédito profesional que ha adquirido. El poder giscardiano intentó barrenar este contrapoder que ha sido, y que es aún, Le Monde, pero falló en todos sus intentos. En mayo de 1981 el periódico invitó a sus lectores a votar por el candidato de izquierda, François Mitterrand, y esto, para no pocos lectores y para diversos sectores de la sociedad francesa, fue un error grave que debilitó las posibilidades de su independencia, fundamento histórico de su éxito.
Nadie se atreve a imaginar el paisaje periodístico francés sin Le Monde. Hace tres años ya se conoció aquí un caso de desaparición: fue cuando Liberation dejó de venderse algunos meses para borrar su imagen de diario marginal para convertirse en un periódico "absolutamente moderno", según su director, Serge July. Ahora, Le Monde también quiere cambiar de imagen, mientras Liberation, triunfante, con más de 100.000 ejemplares de venta, aspira a ocupar el puesto del gran monstruo sagrado.
