Gelli envía desde su escondite un informe para salvar a políticos ligados a su logia P-2
La comisión parlamentaria que investiga las actividades de la logia masónica P-2, de Licio Gelli, empezaba a entrar en materia, con la discusión de la ponencia presentada por el diputado radical Massimo Teodori, cuando el maestro venerable, desde su escondite secreto tras haberse fugado de la cárcel de Ginebra el año pasado, ha metido baza en el debate con el envío de un informe suyo a la presidencia de la comisión. Tiene fecha 10 de mayo y consiste en 25 cuartillas escritas a máquina, acompañadas de 50 documentos. La presidenta, Tina Anselmi, ha confirmado que la firma de Gelli es auténtica y que, mientras algunos de los informes ya eran conocidos, otros son inéditos.El propósito de Gelli es transparente: salvar a algunos de los politicos más comprometidos en el escándalo de su logia secreta. Para ello defiende la tesis de que en la lista que le encontraron en su finca toscana de Castiglion Fibocchi figuraban sólo algunos afiliados a su logia, mientras que muchos otros eran sólo amigos suyos o simples simpatizantes.
Defiende también con calor que la suya era "una auténtica logia masónica", y para probarlo envía documentos con las firmas de dos grandes maestros de la masonería italiana, ambos fallecidos, Salvini y Battelli.
En su informe, Gelli da a entender que estaría dispuesto a presentarse ante el Parlamento para aclarar muchas cosas. Esta es, precisamente, la misma tesis enarbolada por su hijo días atrás en una entrevista concedida a la televisión italiana, en la que afirmó que su padre estaría dispuesto a entregarse si se le asegura que serán retiradas algunas de las "acusaciones más injuriantes" que se le han hecho
Ahora, todo hace pensar que Gelli quiere sacar provecho del gran polvorín que está levantando el documento presentado por la presidenta de la comisión. Su carta podría ser un mensaje enviado a ciertos personajes políticos prometiendo ayudarles si le defienden, o bien la respuesta que le han exigido ya a cambio de defenderle en un próximo proceso.
De cualquier modo, se trata, al menos, de un intento de enturbiar. las aguas un tanto agitadas de la P-2, quizá pensando aquello de que "a río revuelto, ganancia de pescadores".
Mientras tanto, el partido comunista ha pedido que en los futuros nombramientos para cargos estatales se excluya a cuantos figuran en la lista de la P-2 de Licio Gelli. Los democristianos no están en contra, en principio, y se muestran dispuestos a discutir la hipótesis.
De hecho, este criterio ha sido ya aplicado a los militares, por ejemplo. El problema es qué hacer con quienes siguen desempeñando cargos importantes y figuran en la lista de la P-2. Según Tina Anselmi, tendrían que haber dimitido ya, aunque no hubiese sido más que para tutelar su propia honorabilidad mientras no se aclaren las cosas.
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