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Moscú propone a Israel su propia participación en las negociaciones con los países árabes

Para reconciliarse con Israel, la Unión Soviética no exige ya que Tel Aviv se comprometa como condición previa a abandonar todos los territorios árabes ocupados desde 1967, sino que simplemente pide al Gobierno israelí que acepte una participación soviética en la solución del conflicto árabe-israelí.La Unión Soviética parece haber elegido a los húngaros para transmitir este mensaje a los israelíes, según afirma la Prensa de Tel Aviv haciendo referencia a "fuentes de los servicios secretos" y señalando la voluntad del Kremlin de acercarse a Israel con el fin de romper el monopolio norteamericano en las relaciones y negociaciones entre árabes e israelíes y reforzar su influencia en Oriente Próximo.

Esto explicaría el brusco cambio que han sufrido las relaciones entre Hungría y el Estado israelí, en las que se asiste, desde hace varios meses, a un verdadero deshielo. Budapest estimula el turismo israelí hacia Hungría, y los israelíes que se encuentran de paso en Viena no necesitan siquiera pedir un visado para pasar un largo fin de semana en la capital húngara.

Los dos países se intercambian delegaciones científicas, culturales, económicas, y el comercio húngaro-israelí se ha triplicado desde hace un año. La República Democrática Alemana ha sito también invitada por la URSS a cesar en su boicoteo casi total al Estado israelí.

La apertura soviética hacia Tel Aviv se debe a una serie de razones: ante todo, Moscú ha llegado a la conclusión de que la ruptura de relaciones en 1967 no ha servido a los intereses soviéticos en la región y ha facilitado la tarea de Estados Unidos en cuanto a extender su influencia en los países árabes, que ven en Washington la única vía posible para comunicarse con Israel y presionar sobre este país.

En segundo lugar, el Egipto de Hosni Mubarak, que ha mejorado sus relaciones con la Unión Soviética, parece haber aconsejado al Kremlin que cambie de actitud.

Además, durante la visita que Yasir Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), efectuó hace dos semanas a Moscú se pronunció en el mismo sentido, señalando que sólo una presión conjunta de las dos superpotencias puede ejercer sobre Israel una auténtica influencia y llevar al futuro Gobierno de Tel Aviv, sea del signo que fuere, a entablar un diálogo con los palestinos.

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