Puritanismo sexual
En períodos de crisis surgen siempre profetas que, en lo sexual como en lo demás, intentan sacar tajada de los problemas del insuficiente desarrollo, echándole la culpa al desarrollo y no a su insuficiencia.No nos extrañaría, pues, encontrar esta interesada o ignorante reacción en ciertas hojas parroquiales laicas, pero nos indigna la perseverancia y entusiasmo con los que EL PAIS da cabida, de modo casi exclusivo, a los nuevos puritanos a lo Reagan. Así, nos acaba de obsequiar con una manipuladora encuesta en la que la sexualidad sólo ocupa el puesto undécimo en el interés del público..., Después de separarla de la amistad, o incluso del amor, que ocupan, como -es lógico, los primeros puestos. Otro día, un colaborador habitual vuelve de un fin de semana en París asegurándonos muy serio que ya terminó la revolución sexual; superficialidad y dogmatismo que hacen sospechar un problema personal. No menos caricaturesca y contraria a lo que encontramos los viajeros y/o sexólogos en la situación que otros corresponsables nos quieren dar sobre Norteamérica.
Las pocas y tan manipuladas noticias que tratan directamente sobre sexualidad se complementan con otras no menos sesgadas en el mismo sentido tradicionalista en campos complementarios. Recordemos, junto con las relativas al feminismo, las que tocan a la familia y a su tamaño. EL PAIS sigue siendo el púlpito en que nuestro ex profesor Sauvy continúa predicando lo que aprendió de los fascistas de los años treinta: el culto natalista y vitalista. Tampoco falta corresponsal de EL PAIS en los países nórdicos que descubra que éstos odian a los niños porque tienen menos que nosotros.
¿No sería más exacto, honesto y agradable abrir un poco la mano (y la mente) y admitir una sexualidad más equilibrada, que nos ayudaría a resolver tantos problemas, desde la superpoblación hasta la agresividad, y sobre todo el principal, el de la felicidad? /
, de la Sociedad Sexológica.
