El origen del enfrentamiento está en el 'pacto'

El origen del pacto que estableció en abril de 1983 Michel Unzueta con Miguel Herrero de Miñón, mediante el cual la Coalición Popular favorecería la elección de alcaldes nacionalistas en Bilbao y San Sebastián, y el PNV debía hacer lo propio en la formación del Gobierno de Navarra, se basa en un incumplimiento anterior de los nacionalistas de un acuerdo que habían suscrito con Coalición. Sobre aquel incumplimiento, en el que participaron 15 de los 25 diputados nacionalistas en el Parlamento vasco, el PNV no adoptó ninguna sanción.El 4 de marzo de 1983 los grupos de oposición en el Parlamento vasco decidieron no entrar en la Cámara, con lo que bloqueaban de esta forma las sesiones al no haber quórum. Para arreglar la situación, el PNV, a través de Unzueta, estableció un acuerdo con Coalición Popular por el que los diputados conservadores volvían a la Cámara si los nacionalistas aceptaban, como así se comprometieron, tres puntos: que el PNV no negociara con el PSOE la renovación del Tribunal Constitucional; que se modificara el Consejo de Administración de la Radiotelevisión vasca para dar entrada a un miembro de AP y que el PNV apoyara una proposición de AP contra el aborto. El PNV no evitó que sus diputados en el Parlamento vasco se negaran a asumir lo que proponía la coalición conservadora.

Para "recomponer la desgraciada situación", en palabras de Unzueta, éste estableció un nuevo puente con Coalición Popular sobre la base de que si los conservadores favorecían la elección de alcaldes del PNV en Bilbao y San Sebastián, el PNV apoyaría con su abstención la formación de un Gobierno no socialista en Navarra. Esta nueva propuesta de acuerdo se hizo con la oposición de los representantes navarros en el Consejo Nacional del PNV.

Para negarse a apoyar con su abstención la formación de un Gobierno conservador en Navarra, los dirigentes del PNV de esta provincia han invocado el artículo primero de los estatutos del partido: "El PNV se organiza en régimen de confederación de organizaciones municipales y regionales, soberanas en su ámbito y unidas en pacto confederar'. Es el pacto lo que se ha roto, por primera vez, en la forma de actuar en el PNV, invocan los nacionalistas navarros.

Existe, de otra parte, un precedente histórico de respeto hacia las decisiones de las asambleas regionales. Los delegados de Vizcaya, en una asamblea celebrada en 1977, en la que debía, debatirse el reglamento de EGI, rama juvenil del partido, se opusieron a que el tema se aprobara, aduciendo que su provincia no estaba de acuerdo. Según consta en el acta interna de aquella asamblea el delegado Elorriaga señaló que Vizcaya "no se opone a que se discuta el tema de EGI, sino a que se nos, imponga el reglamento". En aquella ocasión, de similares características, al caso actual de Navarra, la Asamblea Nacional decidió aparcar el tema.

Ahora, los representantes de Navarra han conocido la decisión de la Asamblea Nacional de expulsar a 15 (de sus dirigentes por incumplir uno de sus acuerdos. Los navarros entendían que su decisión había quedado zanjada en la Asarriblea Nacional de PNV del 24 de septiembre de 1983, cuando ésta acordó que el tema quedaba resuelto. La cuestión se puso a votación y en el acta de aquella sesión quedó reflejado así: "-por lo tanto, queda ya definitivamente zanjado este tema, por mayoría de las organizaciones regionales y extraterritoriales presentes".