Retroceso del clero musulmán y del partido de Jomeini en las elecciones iraníes

RAFAEL FRAGUAS Por primera vez desde el triunfo de la revolución islámica iraní, hace cinco años, el clero musulmán y el Partido de la República Islámica del imán Jomeini, que gobierna en Irán prácticamente en solitario, han sufrido un duro revés electoral en unos comicios en los cuales no concurrían frente a otras alternativas políticas.

Las elecciones para la Asamblea Consultiva de Irán, Majlis, se celebraron en su primera vuelta el 15 de abril, y en su segunda el pasado jueves. En 92 importantes ciudades -entre ellas Tabriz, Hamadán y Baktarán- iraníes, ninguno de los candidatos obtuvo el 51%. En Teherán, sólo se cubrieron 14 de los 30 escaños y en Ispahan, la segunda ciudad de Irán, sólo 3 de 7. La Cámara deberá reunirse el próximo 28 de mayo.

De las listas presentadas., los electores excluyeron mayoritariamente a los miembros del Partido de la República Islámica, PRI, que ocupa en solitario importantes parcelas del poder ejecutivo y judicial y es el más firme soporte orgánico del régimen de Jomeini. También los votantes han excluido prominentes miembros del clero.

Es éste el primer grave retroceso político del clero chiita y del partido del clero en las urnas. Es preciso añadir, sin embargo, que tanto el imán Jomeini como el ayatollah, Alí Montazeri, su futuro sucesor, habían señalado antes de las elecciones que era necesario restringir al máximo la presencia clerical en las candidaturas.

Los síntomas de desafección del electorado al clero se producen en una situación política caracterizada por la gravosa guerra con Irak, que provoca mayor descontento. popular cada día.

En la coyuntura interior, la política interior iraní queda caracterizada por el hecho de que no queda otra fuerza política organizada que el clero y, en lo económico, la creciente fluidez comercial iraní no acaba de fructificar en un arranque de la producción industrial y agrícola autóctona, cinco años después de iniciada la revolución.

Fuentes de la oposición iraní en el extranjero aseguran que las primeras autoridades de la República Islámica, con el presidente del Majlis, Rafsanjani, a la cabeza han iniciado una política de señales hacia la Administración norteamericana, a la que veladamente piden o bien su neutralidad o bien su apoyo para Irán en su guerra contra Irak.

El que estas peticiones se realicen invocando los acuerdos de venta de armas suscritos entre el régimen del sha y Washington no resta importancia al hecho, habida cuenta de los contenciosos entre Teherán y Washington.

Esta nueva actitud de Teherán parece marcar la culminación de un cambio de rumbo del régimen islámico, cuyo sector hegemónico a consegui o casi so ocar a os sectores que preconizaban una aplicación socialmente avanzada del Islam chiíta.

En las filas de la oposición, la vía armada ha sido abandotada por la poderosa oposición muyaidin y su Consejo Nacional de Resistencia, de cuyas filas se separó el mes pasado el ex presidente Abolhassan Banisadr por discrepancias con su yerno, Masud Radjavi, líder del Consejo, en torno a la conducta a seguir respecto a la guerra.

Radjavi se ha entrevistado en varias ocasiones con el vicepresidente iraquí, Tarek Aziz, y preconiza un cese el fuego. rechazado por el ex presidente.

La situación del Tudeh

Los comunistas del Tudeh han tenido que sufrir la autocrítica ante la televisión iraní del último de sus dirigentes que aún no lo había hecho, el conocido intelectual Eshan Tabari.

Sin embargo, el Partido Tudeli se ha reconstruido en el interior y en el exterior, con Alí Javari a la cabeza de su Comité Central y con un poderoso aliado, el partido Fedayin (Mayoría), de gran implantación durante la revolucion.