Importantes recortes en Telefónica
A pesar de que los índices generales continuaron registrando unos discretos. recortes, los mercados de valores nacionales aparecían ayer sólidamente cimentados sobre las cotas que ya habían alcanzado, y probablemente, si no hubiera sido por el importante revés que experimentó la cotización de Telefónica, podrían incluso haber recuperado la trayectoria alcista, interrumpida por la tanda de realizaciones de beneficios del pasado jueves.La aparición de una serie de informaciones sobre desequilibrios patrimoniales en la Institución Telefónica de Previsión, organismo encargado de cubrir las prestaciones complementarias a la Seguridad Social entre los empleados de la Compañía Telefónica, dio lugar a una situación confusa, en la que los inversores que mantenían posiciones a corto plazo optaron por ofrecer sus partidas ante un eventual derrumbe de las cotizaciones. Los cuidados que depararon a sus propios títulos los responsables bursátiles de la compañía contribuyeron, de forma aparentemente determinante, a enfriar los ánimos, hasta el punto de que al cierre de las reuniones, y una vez aceptados unos recortes severos en sus cambios, la demanda repuntaba y no se podía encontrar ni uno solo de estos títulos en las salas de contratación.
El grupo bancario -que continuó asumiendo una cómoda postura, basada en el sesteo y en la elusión de complicaciones adicionales- tampoco contribuyó en exceso a reconducir hacia los cauces positivos el índice del mercado. Sólo el Bilbao era capaz de presentar en la Bolsa madrileña un discreto saldo comprador, limitado a 947 acciones, sobre el que se apoyaba la repetición del precio de este valor. En un sentido similar se comportaban Banesto, Santander y Vizcaya, que 6frecian unos pequeños restos vendedores, también de menor significación. Popular e Hispano eran quienes corrían con la peor parte de la función, al acumulárseles 11.709 títulos y algo más de 25.000 -acciones sin contrapartida compradora. El Popular, conforme acostumbra, no se anduvo con bromas y aceptó un recorte en su cotización de seis puntos. El Hispano, al igual que el Central, se limitó a perder un entero en espera de una coyuntura más favorable.
Por su parte, las eléctricas consiguieron recomponer en parte su figura, que se encontraba un tanto maltrecha tras el varapalo al que habían sometido -anteayer los inversores más nerviosos a los precios de los títulos más representativos de este sector. La oferta dejó de acudir a estos corros con la prodigalidad de aquella reunión y los compradores se veían obligados a pagar algún cuartillo más caras las partidas que deseaban adquirir, contribuyendo con ello a hacer renacer los comentarios esperanzados sobre la futura evolución bursátil de estos valores.
En el capítulo de los rumores que aparentemente pueden contar con algún tipo de justificación en círculos especializados se aseguraba la existencia de un interés cierto por parte de uno de los primeros bancos del país por hacerse con un paquete de títulos de cierta significación en Cros. Según esta versión, la clave de las últimas mejoras de estos títulos se derivaría directamente de esta circunstancia, y la ejecución de las compras se estaría realizando dentro de unos márgenes de discreción prácticamente desconocidos en el mercado.
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