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El protagonismo de los 'capitanes de abril' preocupa al primer ministro portugués

El primer ministro portugués, el socialista Mario Soares, y su ministro de Defensa, el socialdemócrata Mota Pinto, han manifestado, en tres recientes intervenciones públicas, su preocupación por el resurgimiento del protagonismo de una cierta izquierda política y militar. Soares habló el pasado miércoles de la amenaza que representa para la estabilidad del régimen democrático el "renacimiento de un cierto frentismo gonçalvista con algunas complicidades institucionales".Para hacer aún más clara su alusión a la situación política de Portugal en 1975, y a su propio papel en la derrota de la izquierda político-militar, identificada con los Gobiernos del general Vasco Gonçalves, el secretario general del PS se declaró dispuesto, si era necesario, a encabezar de nuevo una manifestación como la que se organizó entonces en Lisboa, con la participación de centenares de miles de personas, y que fue el preludio de la caída de Vasco Gonçalves en agosto de 1975.

El discurso pronunciado el viernes por el viceprimer ministro Mota Pinto, en la ceremonia de despedida al general Altino de Magalhaes, que abandonó la dirección del Instituto de Altos Estudios Militares por límite de edad, se encargó de confirmar el alarmismo existente en los medios gubernamentales, frente al protagonismo que las conmemoraciones del décimo aniversario de la revolución de los claveles parecen haber restituido a los capitanes de abril y a una "cierta izquierda política y militar", por utilizar el eufemismo de moda en Lisboa.

Las referencias al neogonçalvismo obedecen a la preocupación del actual Gobierno de coalición (socialistas y socialdemócratas) de atribuir todos los movimientos en curso o en preparación a "maniobras del partido comunista para desestabilizar la democracia", pero es también evidente que no es ésta la causa única, o principal, de las preocupaciones del primer ministro, Mario Soares.

Relanzamiento revolucionario

El líder de la oposición democristiana, Lucas Pires, acaba de publicar una carta abierta a los gobernantes y líderes políticos portugueses en que registra los síntomas de un regreso de los capitanes y acusa al Gobierno de ser responsable, por el descontento social que provoca su política, del movimiento que está "en marcha para relanzar un proceso revolucionario dormido".Las palabras del coronel Vitor Alves en un seminario organizado por la Asociación Veinticinco de Abril sobre el balance de la vida política y social portuguesa de los últimos 10 años, en que participaron personalídades políticas de todas las tendencias, fueron el detonante que provocó el alarmismo en los medios gubernamentales. El ex consejero de la revolución, miembro del gabinete del presidente Eanes, dijo que "algo diferente estaba en gestación" en Portugal, y personalidades como el ex presidente del PSD Francisco Pinto Balsernão y otras figuras importantes del segundo partido de la mayoría alertaron, en los últimos días, de la necesidad de encarar "serena y ponderadamente" una transformación del actual régimen político.

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