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GENTE

José María Samplón,

un chaval burgalés de 13 años al que sus amigos conocen como Maíno, vivió el jueves una de las aventuras más excitantes de su vida al contribuir, sin saberlo, a la devolución del producto de un robo cometido la noche anterior, consistente en ropa interior de señora valorada en unas 180.000 pesetas. La entrada de Maíno en el asunto se produjo cuando un hombre joven le rogó que entregase en una tienda próxima un fardo que portaba, y le dio 40, pesetas de propina. La dueña se quedó atónita cuando le entregó el paquete y reconoció las braguitas robadas.

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