Más de 1.800.000 parados no reciben ayuda económica por parte del Estado, según datos del Ministerio de Trabajo
Algo más de 1.800.000 parados, de los 2,45 millones registrados en las oficinas de empleo, en el mes de febrero de 1984 no cobraban prestaciones económica por desempleo, según datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social recogidos en el Boletín de Estadísticas Laborales. Las tasas de desempleados que perciben algún tipo de ayuda económica han venido descendiendo desde 1976, año en que el porcentaje de personas sin empleo y sin ayuda era sólo del 38%, frente al 75% registrado en el pasado mes de febrero. Por otra parte, 1.280.000 parados no tenía derecho a asistencia médico-farmacéutica.
De los casi dos millones y medio de parados inscritos en las oficinas de empleo en el mes de febrero de 1982, en torno a un 75% carecía de ayudas económicas por parte del Estado. Es decir que únicamente 622.400 parados tenían la suerte de encontrarse entre los beneficiarios de las prestaciones económicas. Aunque en cifras absolutas desde 1976 se ha producido un incremento de desempleados protegidos económicamente, al haber aumentado considerablemente el número total de parados en ese mismo período, los porcentajes de personas protegidas han sufrido una constante caída desde el citado año.Así, mientras en 1976 única mente el 38% de los parados carecía de ayuda económica, este porcentaje ha venido incrementándose hasta llegar al citado 75% en el pasado mes de febrero. En 1977 los que cobraban percepciones se habían reducido ya prácticamente a la mitad del número total de desempleados registrados. En 1982 se produjo la caída más fuerte en las tasas de cobertura, sitúandose en torno al 33%. Sólo uno de cada tres para dos percibían estas ayudas.
Durante 1983 prosiguió la misma tendencia. El año, que se había iniciado con unas tasas del 27,5 %, finalizó con un 25,61 % de desempleados que cobraban ayudas económicas. El resto, casi uno de cada cuatro, o habían agotado su derecho o no lo tenían. Y según los datos del Ministerio de Trabajo, de los 2,45 millones de parados registrados en febero del presente año 1.280.000 no tenían siquiera derecho a asistencia médico-farmaceútica.
Caída de las tasas de cobertura
Las razones de la constante caída en el número de desempleados desprotegidos son varias. Por un lado, la aplicación de la ley Básica de Empleo que vino a sustituir a la ley general de la Seguridad Social supuso la implantación de importantes restricciones en este tipo de ayudas. Y por otro lado, en los últimos años se está produciendo un tiempo mayor de permanencia en la búsqueda de empleo, con lo que los parados agotan los plazos establecidos para percibir las prestaciones, pasando a engrosar las filas de los desprotegidos.Dentro de las prestaciones del desempleo hay que distinguir, además, las denominadas básicas y las complementarias, y dentro de las segundas, las puramente asistenciales -derecho a asistencia médico-farmaceútica- y las económicas, conocidas como subsidio de paro. Las primeras garantizan unos ingresos mínimos en torno al 75% del salario percibido en activo durante un período que va, en función del tiempo cotizado, desde los tres meses a los 18, ampliables a 24 meses. El subsidio de paro se estableció para los que hubieran agotado las prestaciones básicas y tuvieran familiares a su cargo o careciesen de otros ingresos. Su cuantía viene a ser del 75% del salario mínimo interprofesional y su duración de nueve meses.
Actualmente se encuentra en el Parlamento un proyecto de ley tendente a modificar la ley Básica de Empleo en lo concerniente a cuantía y duración de las prestaciones. La reforma, producto de las negociaciones que Trabajo mantuvo el pasado año con los agentes sociales, intenta frenar el descenso en los índices de parados protegidos y establecerlos en torno a un 45%.
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