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Barrera supedita apoyo de la izquierda su continuación como presidente del Parlament

Esquerra Republicana (ERC) no parece dispuesta a aceptar la presidencia del Parlament que el presidente Jordi Pujol ha ofrecido a su líder, Heribert Barrera, si éste no recibe también los votos de la izquierda, en especial del Partit dels Socialistes (PSC). Ésta es la impresión recogida ayer, después de la reunión de la ejecutiva de ERC celebrada la noche del miércoles. Esquerra iniciará en los próximos días contactos con el PSC y el PSUC para conocer el sentido que darían a su voto si Barrera optara a la reelección como presidente de la Cámara.El pleno de la Audiencia Territorial de Barcelona, por otra parte, se declaró ayer incompetente para examinar y tramitar la querella presentada contra el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, por presuntas injurias y calumnias vertidas contra el diputado socialista Josep Maria Bricall. La mayor parte de los magistrados, reunidos en el pleno, coincidieron en asegurar que, dada la personalidad del querellado, la tramitación de la acción compete al Tribunal de Cassació de Catalunya, cuya creación depende de la promulgación de la ley orgánica del Poder Judicial.

La decisión del pleno de la Audiencia Territorial provocó ayer cierta perplejidad en medios jurídicos, ya que el mismo pleno, reunido el 16 de diciembre del pasado año, aceptó a trámite la querella presentada por el presidente del Parlament, Heribert Barrera, contra el diputado Viñals, también por presuntas injurias.

La querella fue presentada durante la campaña electoral, después de que Pujol afirmara en dos mítines que Bricall era quien más dinero había recibido de la Generalitat por estudios y dictámenes que le habían sido encargados. Replicaba así a las críticas por el uso que su Gobierno había dado a las partidas presupuestarias destinadas a pagar ese tipo de trabajados encargados a personas ajenas a los departamentos.

Pujol, que tiene la intención de visitar al Rey y al presidente del Gobierno, Felipe González, una vez, obtenida la investidura, le ofreció a Barrera, el pasado miércoles, que ERC entrara a formar parte del Gobierno de la Generalitat. Barrera le contestó que ni él ni su partido lo deseaban. El presidente de la Generalitat le ofreció entonces la presidencia del Parlament, y Barrera lo rechazó.

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