_
_
_
_

Empresas de EE UU, al asalto del mercado de comunicaciones por satélite del Atlántico norte

Más de 30 países miembros de la Organización de Telecomunicación Internacional por Satélite (Intelsat) han protestado ante la Administración del actual presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, por la pretensión de este último país de lanzar dos nuevos satélites de comunicaciones que cubran el Atlántico norte. Esta medida, que se hará pública próximamente, podría terminar con la exclusiva de telecomunicaciones ejercida por Intelsat durante dos décadas en esta zona y provocar importantes cambios en la organización y en los servicios de las comunicaciones internacionales.La propuesta del Gobierno de Reagan, que necesita aún la aprobación de la Comisión Federal de Comunicaciones, máxima autoridad en materia de comunicaciones de EE UU, provocaría de inmediato fuertes pérdidas económicas y pondría en peligro la subsistencia de esta organización, que actúa en régimen de cooperativa sin finalidad lucrativa y a la que pertenecen 108 países. Hasta ahora al menos 30 Gobiernos han protestado. Entre estos Gobiernos se encuentran los de Suecia, Australia, Zaire, Singapur y Filipinas.

En EE UU hasta ahora la participación en las telecomunicaciones internacionales se ha hecho por medio de Intelsat y la Compañía de Satélites de Comunicaciones (Comsat), organismo formado por propietarios privados que constituyen el instrumento de participación de Estados Unidos en Intelsat. Pero el año pasado las compañías privadas Orion Satellite e International System anunciaron sus planes de lanzar dos satélites de comunicaciones que cubrieran la ruta del Atlántico norte.

Estos dos satélites, que tendrían 24 transpondedores (circuitos conductores de señales) -algunos podrían ser utilizados para señales de televisión-, resultarían, según la comisión encargada del estudio de los mismos, más baratos y técnicamente mejores, porque realizarían una emisión más rápida y más efectiva. La Administración Reagan pidió a la Comisión Federal de Comunicaciones que pospusiera cualquier pronunciamiento sobre el proyecto hasta que una comisión mixta hubiera estudiado en profundidad las consecuencias políticas y comerciales que podría tener el lanzamiento de estos dos nuevos satélites.

Posible acuerdo

Fuentes de las dos compañías y del Gobierno han señalado que los dos nuevos proyectos están de acuerdo con la ley de Comunicaciones por Satélite de 1962, que permitió la creación de Comsat, mientras que Intelsat se fundó en 1964. En la actualidad todavía existe la esperanza de que se consiga el acuerdo de que los dos nuevos satélites se apliquen a transmisiones y servicios especiales que ahora apenas cubre el sistema Intelsat. Los especialistas aseguran que esto es posible debido a que la tecnología de satélites ha superado todas las previsiones, ya que, aunque han pasado 20 años y seis generaciones de satélites, cada vez es mayor la capacidad de éstos.Intelsat es la organización que posee y explota los satélites utilizados por la mayoría de los países del mundo para sus comunicaciones internacionales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_