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El fiscal se opone al recurso de Escobedo contra la sentencia que le condenó por el asesinato de los marqueses de Urquijo

El caso Urquijo, por lo que respecta a Rafael Escobedo, entró ayer en la recta final. En la Sala Segunda del Tribunal Supremo se celebró la vista del recurso contra la sentencia que le condenó a 53 años de prisión por el asesinato de sus suegros, los marqueses de Urquijo. El fiscal se opuso a todos los motivos del recurso, sobre el que el alto tribunal dictará sentencia en el plazo de 10 días. Las cámaras de televisión filmaron, por primera vez en el Supremo, parte de la vista. A la sesión asistieron como observadores los defensores de Javier Anastasio y Mauricio López-Roberts. Anastasio está procesado como coautor de la muerte de los marqueses, y López-Roberts como encubridor.

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Marcos García Montes, abogado de Escobedo, defendió los 14 motivos del recurso de casación formulado por el primer letrado de Escobedo, José María Stampa, y destacó nuevas aportaciones en el terreno de la balística. Insistió en que el juicio contra su defendido se había realizado sin garantías procesales y que había sido condenado sin pruebas.El abogado afirmó que no se ha demostrado la relación entre los casquillos de bala encontrados y el proyectil que causó la muerte al marqués de Urquijo. Dijo que siempre se ha hablado de las vainas, pero nunca de la bala, e hizo la comparación con un cuchillo en el que se analizara como causa de la muerte el mango, en lugar del filo. Añadió que el proyectil encontrado en la cabeza del marqués era del tipo Super XHV, de alta velocidad, que tiene 5,6 milímetros de diámetro en la ojiva, y que al hacer impacto contra un cuerpo duro se aploma en ocho o nueve milímetros, mientras que los orificios de entrada en el cráneo de la víctima eran de tres milímetros.

Este tipo de proyectiles puede taladrar, según documentación aportada por el letrado, seis o siete tablas de cedro de 2,5 centímetros de espesor cada una, por lo que el abogado concluyó que la bala debía haber atravesado la cabeza del marques, y no haberse quedado alojada en la misma, como ocurrió.

La hora

García Montes destacó también que la muerte de los marqueses, según la autopsia, se produjo alrededor de las once de la noche del día 31 de julio de 1980 y que, según la sentencia, Escobedo no llegó al chalé hasta las tres de la madrugada del día siguiente. También resaltó la contradicción entre la declaración de Escobedo -de la que luego se desdijo-, según la cual había disparado a la marquesa desde una distancia de unos tres metros, y el resultado de la autopsia, que señala que los disparos se realizaron a bocajarro.

El letrado citó también otros motivos, como la denegación de la prueba caligráfica de Escobedo, la falta de claridad de la sentencia en algunos puntos, la consideración de homicidio -y no asesinato- en el caso de la marquesa y, especialmente, la falta de garantías en el proceso, que causó la indefensión de Escobedo. García Montes insistió en que debe celebrarse otro juicio con todas la garantías.

El fiscal, José Antonio Zarzalejos, se opuso a todos los motivos del recurso de casación expuestos por el defensor de Escobedo. Dijo que a diferencia del letrado, que lleva un mes con el caso, él lleva casi cuatro años, y que no hay razón para invalidar un juicio celebrado con todas las garantías, en el que no se rechazó una sola prueba. "Jamás ha habido indefensión y se han atendido todas las peticiones de la defensa", dijo.

Calificó el crimen de "grave, tremendo y repelente", y dijo que nunca había asistido a un proceso con más garantías que el caso Urquijo. Zarzalejos afirmó que las pruebas balística y caligráfica no tenían la menor importancia, ya que no habían tenido una importancia destacada en la condena de Escobedo.

Cuando finalizaba el juicio, Televisión Española filmó unos planos de la sala, con permiso del tribunal, y dos reporteros hicieron varias fotografías. Uno de ellos, Nicolás Cantarero, de El Caso, fue detenido, aunque se le puso en libertad cuando entregó el carrete.

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