Arzallus niega que esté enfrentado políticamente a Garaikoetxea

Xabier Arzallus, presidente del PNV, manifestó ayer, al término de un almuerzo entre el Gobierno vasco y el Consejo Nacional del partido, que "el único enfrentamiento entre. Garaikoetxea y yo ha sido geométrico: hemos estado situados frente a frente en la mesa durante la comida". El almuerzo se celebró en Ajuria Enea, residencia oficial del presidente vasco, Carlos Garaikoetxea.El almuerzo, organizado por iniciativa de Garaikoetxea, había despertado una cierta expectación en el País Vasco tras las tensiones -tantas veces negadas de palabra como confirmadas por los hechos- surgidas últimamente en el seno del Partido, Nacionalista Vasco, y cuya última expresión simbólica ha sido el hecho de que el lendakari no fuera informado, sino por una vía indirecta, de la entrevista que Arzallus celebró la semana pasada con el rey Juan Carlos.

El presidente del PNV aseguró ayer que la comida fue "puramente amistosa", y que "la agradable conversación no ha versado sobre temas políticos". "Siento defraudarles", añadió irónicamente el dirigente nacionalista dirigiéndose a los periodistas, "pero de todo eso de los terribles enfrentamientos Arzallus-Garaikoetxea lo único que ha habido ha sido la situación en la mesa".

La expectación suscitada se justificaba en la coincidencia en el tiempo de varios factores que están llamados a marcar el inmediato futuro de las relaciones entre el Gobierno autónomo y el partido que lo apoya. Por una parte, y en vísperas del esperado encuentro entre el lendakari y el presidente del Gobierno, Felipe González, Garaikoetxea acaba de nombrar un Gabinete en el que figuran, y en puestos clave, dos consejeros que no pertenecen al PNV. De lo que hasta el momento se ha sabido de las razones de fondo de la crisis que conmovió al PNV a fines de año, se deduce que uno de los puntos esenciales fue la defensa por Garaikoetxea de su autonomía plena a la hora de designar a sus colaboradores. Por otra parte, Xabier Arzallus cesará dentro de 10 días como presidente del Consejo Nacional del partido.

Dos estrategias

El próximo día 19 la Asamblea del PNV deberá decidir la sanción a aplicar a los dirigentes del partido en Navarra acusados de quebrantar la disciplina de la organización al negarse a votar al candidato de Coalición Popular para la presidencia del Gobierno foral.

Esa postura, contraria a la marcada por la dirección del partido, favoreció el acceso de Gabriel Urralburu (PSOE) a la presidencia de la comunidad.

El conflicto navarro puso de relieve la existencia en el seno del PNV de dos estrategias (o sensibilidades, u orientaciones) respecto a la política de alianzas. Las revelaciones del ex senador Michel Unzueta sobre un pacto suscrito en la primavera de 1983 con el aliancista Miguel Herreró de Miñón confirmaron que una de esas estrategias buscaba, sobre la base del redescubrimiento de las raíces foralistas originarias, una reorientación del nacionalismo en el contexto de la política española tendente a favorecer una fórmula de centro-derecha. A esa orientación, bien vista, al parecer, por líderes nacionalistas como Unzueta, Iñigo Aguirre o el propio Arzallus, se opone la de quienes, más pragmáticos, parecen preferir, llegado el caso, la opción del compromiso con los socialistas. Garaikoetxea y su vicepresidente, Mario Fernández, se alinean probablemente con esta última postura.

Tal como están las cosas, por otra parte, la expulsión o una sanción grave contra los dirigentes navarros significaría un triunfo del sector partidario del acuerdo con Coalición Popular y, por tanto, una significativa derrota del lendakari. Tal es el contexto en el que se produjo el encuentro de ayer.