Precisón de un recluso
El motivo de la presente carta es debido a un artículo que, con fecha del 30 de marzo de 1984 y, firmadoPasa a la página 12 Viene de la página 11
por Javier Valenzuela, aparece en EL PAIS y en el que se lanzan graves acusaciones contra mi persona, poniendo en peligro mi integridad fisica, y en duda mi honestidad, creando la consiguiente confusión entre mis compañeros. El título del mencionado artículo es Un recluso herido en la cárcel de Carabanchel denuncia tráfico ilegal de 'whisky' en la prisión.
Ante todo esto quiero expresar lo siguiente:
1 Que no he sido interrogado en ningún momento sobre la entrada o no de whisky en la cárcel. Por tanto, carece de sentido que en el artículo aparecido en su diario se me acuse de haber sido el denunciante de la entrada de whisky en el centro penitenciario de Carabanchel.
2. Que la agresión sufrida contra mi persona no puede ser relacionada en ningún momento con la presunta aparición de whisky en la cárcel.
3. Desconozco la identidad del individuo que atentó contra mi persona, pues fui agredido por la espalda. En contra de lo aparecido en su periódico, el interno Raimond Vicarizzi se encontraba, en el momento de mi agresión, enfrente de mí y a bastante distancia. Por tanto, queda descartado como mi presunto agresor, pues, como ya he mencionado anteriormente, fui agredido por la espalda.
4. Que mi estancia en el hospital general Penitenciario de Carabanchel se debe, única y exclusivamente, a mi precario estado de salud, y nunca por razones de seguridad; prueba de esto es que el alta que se me concedió al día siguiente de mi agresión fue pedida por mí voluntariamente, encontrándome en la actualidad en la misma situación que cualquier interno de este hospital. / Hospital Penitenciario de
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.