Curro, a almohadillazos
Aún le quedan tres corridas a Curro, así que todavía hay esperanzas. De momento, en la primera de abono de La Maestranza salió entre almohadillazos. La corrida resultó floja a pesar de que el juego del encierro, de dos hierros Núñez, no fue malo. Una faena de Galloso y una tremenda estocada de Paquirri al quinto supieron a poco. Los incondicionales quisieron quedarse con algún lance del Faraón de Camas, pero la verdad es que éste no justificó la tarde.
Curro recordó mucho al del año pasado, que se fue casi inédito, con un quite en la tarde en que Ojeda quiso mojarle la oreja. Ayer estropeó a su primer toro a base de echarle la muleta en la cara, levantársela y descomponerlo. Ahí el público aún silenció su tarea, con la esperanza de que en el segundo se arreglara la cosa. Pero en el segundo, aunque le echó más ganas al principio de la faena, desistió enseguida. Curro, que no había llenado la plaza, en la que se veían algunos claros en el sol y en la que se podían comprar tendidos de sombra, a su precio, un cuarto de hora antes de la corrida, salió entre almohadillazos. Ahora, a esperar al sábado, cuando alternará con Antoñete y Tomás Campuzano.
Plaza de Sevilla
22 de abril. Primera corrida de abono.Tres toros de Núñez Moreno de Guerra y tres de Carlos Núñez, justos de presencia, flojos, pero de buen juego. Excelente el sexto en varas. Curro Romero. Dos pinchazos y estocada desprendida (silencio). Estocada en el rincón (bronca). Paquirri. Estocada (vuelta). Estoconazo (oreja). José Luis Galloso. Pinchazo y estocada (oreja). Estocada desprendida (aplausos).
Galloso hizo lo mejor
Paquirri y Galloso se llevaron un trofeo cada uno. Paquirri estuvo aburrido en su primero, al que dio un montón de pases sin clase ni emoción y sin otra virtud que la voluntad. En el quinto estuvo más breve y, sobre todo, mató de un estoconazo fulminante, que le valió la oreja.Galloso hizo lo mejor de la corrida en el tercero, al que toreó con cierto gusto sobre ambas manos.
Le faltó ligar para hacer una faena completa, pero a pesar de todo fue lo suyo en este toro lo mejor de la tarde, y el presidente, al que quizá le había quedado mala conciencia por no haber accedido a la petición en el anterior toro, de Paquirri, se decidió a premiar el esfuerzo de Galloso en éste; si bien lo hizo tan tarde que cuando se decidió a sacar el pañuelo el animal ya había sido transportado al desolladero, y, hasta allí tuvo que ir el alguacilillo en busca del trofeo.
El sexto, un bonito berrendo en colorao, ofreció la mejor pelea en varas de la tarde. Fue el único que tomó los tres puyazos, y los tomó con una codicia tal que quedó aplomado. Una pena, porque por sus condiciones y por las ganas de Galloso de rematar su triunfo hubiera podido ser el espectáculo de la tarde. Pero todo quedó en ese estoconazo de Paquirri al quinto y en la expectativa de ver a Curro de nuevo. Aún quedan tres tardes para disfrutarlo. Y si no, a esperar al año que viene.
Babelia
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