El explosivo contra militares estaba 'sudado'.
Los 50 kilogramos de explosivos colocados en una carretera alavesa por donde diariamente pasa un autobús con mandos militares estaba sudado; es decir, no apto para ser utilizado. En opinión de la policía, quienes pusieron el artefacto intentaron hacerlo estallar al paso de alguno de esos autobuses, pero, al ver que no funcionaba, llamaron al periódico Egin y comunicaron el lugar en el que se encontraba.
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