Un préstamo deja a algunos consejeros de TVC la explotación de todo su patrimonio

El hotel La Florida del Tibidabo y los equipos que un día fueron adquiridos por Promotora de Televisió Catalana, SA, a partir de las aportaciones que hicieron cerca de 16.000 accionistas de toda Cataluña para llegar a disponer de un canal televisivo catalán y privado, han pasado eventualmente a manos de otra sociedad privada, Productora Catalana de Televídeo, SA. Ésta ha ultimado un contrato con TV-3 para rentabilizar su actividad cediéndole temporalmente sus estudios.Joan Altet, el gerente de esta nueva productora, reconoce la existencia de contactos con la secretaría general, la dirección general y los servicios técnicos del canal autónomico para esta prestación, y al ser interrogado sobre las el alcance de las negociaciones señaló: "El contrato está atado en un 90% y esperamos poder hacerlo público a primeros de mes". Según ha podido saber este periódico, TV-3 abonará 850.000 por jornada laboral de siete horas, y los directivos de la productora esperan conseguir con ello una cifra superior a los 130 millones de pesetas, ya que por no estar acabadas sus obras de Sant Just Desvern el canal institucional producirá allí sus programas. Extrañamente, los consejeros de TV-3 desconocen en su totalidad estas negociaciones.

Con esta operación, en el plazo de dos años un grupo de consejeros de Televisió Catalana, que ahora figuran también como consejeros de Productora de Televídeo (y entre los que se encuentra el portavoz de CiU en el Parlamento, Antoni Subirá), pueden pasar a ser los propietarios de un patrimonio que se levantó con el dinero de múltiples accionistas de toda Cataluña. De momento, estos consejeros utilizan locales y equipos sin autorización expresa de la junta de accionistas de Televisió Catalana.

Progresivo endeudamiento

Televisió Catalana, SA, es una entidad nacida hace siete años, cuando existía cierta expectativa de una rápida legalización de los canales privados de televisión, y con la pretensión de ofrecer un canal que emitiera sus programas en lengua catalana. Para ello se reprodujo el esquema utilizado para la aparición del diario Avui, es decir la suscripción de muchas y pequeñas acciones populares. Sin embargo, una gestión poco afortunada llevó a un relevo de consejeros a principios de 1981, pasando el joyero Amadeo Bagués a la presidencia. Para solventar la situación económica de la entidad (que había realizado compras patrimoniales e incluso había sacado una revista divulgativa -L'Esplai- que fracasó comercialmente) se recurrió a entidades bancarias para obtener ayuda crediticia. Tales peticiones fueron rechazadas, y tuvieron que volverse a formular con el aval personal de los consejeros. Conseguidos estos créditos, se reactivó la política de suscripción de acciones, se creó una imagen nueva y se encargó un proyecto de utilización del hotel La Florida.Todo esta situación ha llevado a un endeudamiento importante de Televisió Catalana. Por esta razón, Antoni Pous, su ex-gerente -cesado hace un mes escaso-, y un grupo de accionistas de la entidad encabezados por Francesc Singla y Esteban Delmás (que también son accionistas de la productora) firmaron el 15 de abril de 1983 un préstamo a Televisió Catalana por valor de 123 millones, con garantía hipotecaria sobre sus bienes y equipos. Televisió Catalana debe devolver esta cantidad en tres años. De momento, cede la utilización de los locales a los prestamistas, aunque se advierte que la cesión a terceras personas, la productora por ejemplo, requiere el consentimiento por escrito de Promotora de Televisió Catalana, SA. Con estos términos, de hecho el acuerdo prácticamente supone la entrega de todo el patrimonio a un reducido grupo de accionistas, ya que nadie sabe como Televisió Catalana podrá devolver una sola peseta a las personas que hicieron efectivo los créditos, pues no posee ningunos fuente de ingresos. Al mismo tiempo, se desconoce la razón por la cual esta rentabilización de los medios de Televisió Catalana no se hace en base a la propia sociedad, es decir siendo formalmente ella quien negocie con el TV-3 el alquiler de sus instalaciones, máxime cuando la junta de Televisió Catalana no ha autorizado la utilización de sus estudios a terceras personas.

En estos momentos los 5.609,8 metros cuadrados de jardines e instalaciones del hotel La Florida están siendo objeto de reformas por parte de Productora de Televídeo, SA. Un estudio de 180 metros cuadrados se halla a punto, mientras otro de 100 metros cuadrados se está ultimando.