Pujol afirma que el 'desembarco' de ministros no podrá contrarrestar la fuerza de CiU
Las críticas en catalán al "sucursalismo" del PSC se alternan con los ataques, en castellano, al compromiso del Gobierno socialista de crear 800.000 puestos de trabajo, en los mítines electorales de Convergéncia i Unió (CiU). "Los socialistas han traído a sus ministros, pero esto no es suficiente para contrarrestar a CiU en esta campaña electoral, porque somos una fuerza autóctona que no vivimos de la cuerda que nos puedan dar de fuera de Cataluña", decía Jordi Pujol en el mitin celebrado en Olot -zona tradicionalmente nacionalista- anteayer lunes. Era un lenguaje distinto al que oyeron los ciudadanos, básicamente población inmigrante, de Ciutat Badía.
"Durante cuatro años ha habido un gobierno de CIU en la Generalitat de Cataluña, que ha construido aquí un ambulatorio que es el mejor centro sanitario que hay en en Cataluña. Y una guardería, una residencia para la tercera edad y una biblioteca", decía Pujol, en castellano, a los inmigrantes de Ciutat Badía. Convergència ha desarrollado una campaña electoral basada en la obra de los cuatro años de Gobierno autonómico. Esta ha sido una de las bazas que CiU ha jugado durante la campaña electoral en las zonas donde ha llegado el aluvión migratorio.La dificultad de penetrar en el electorado inmigrante hace que Convergéncia utilice, junto al correspondiente parlamento en castellano, el argumento de los logros sociales, único que puede permitirle acceder a un terreno del que tradicionalmente es propietario el enemigo electoral. El tono y el idioma varían en la Cataluña interior. "En los próximos cuatro años, además de construir un país fuerte, haremos que Cataluña siga siendo fuerte", manifestaba Pujol en el feudo convergente de Olot (La Garrotxa).
A la explicación de los proyectos para Cataluña, CiU añade ataques a derecha -Coalición Popular- e izquierda, donde, se centra exclusivamente en el PSC. La descalificación del programa del Gobierno socialista es empleado como argumento fundamental en las zonas castellano-hablantes. "Les recuerdo que hace cuatro años nosotros no hicimos ninguna promesa. Quiero recordarles también que, en cambio, fue el Partido Socialista, su partido, quien prometió en 1982 que crearía 800.000 puestos de trabajo", dijo Pujol en Ciutat Badía a un grupo de personas entre los que se encontraban, un núcleo de socialistas que intentaban reventar el mitin del presidente.
Críticas al PSC y AP
Convergència también aprovecha sus ataques al PSC para involucrar a Coalición Popular, su contrincante por la derecha. "Estas elecciones serán duras, porque el interés coincidente de dos partidos que se han puesto de acuerdo para atacarse en todas partes menos aquí, Alianza Popular y el Partido Socialista, es reducir todo lo que puedan la fuerza del nacionalismo catalán", manifestaba Jordi Pujol antes de que se iniciara la contienda electoral. Este argumento se ha desarrollado en numerosas intervenciones.Posteriormente, el secretario general en funciones de CDC, Miquel Roca Junyent, se mostraba convencido de que un pacto para reformar el Título VIII de la Constitución, referente a las autonomías, se produciría "después de las elecciones al Parlament".
Junto a los ataques a AP, por lo que CiU considera política antiautonomista, los convergentes se han erigido en defensores a ultranza del empresariado, terreno donde Coalición Popular cuenta con más simpatías. Fue el propio Pujol quien el 6 de abril recibía los calurosos aplausos de los afiliados a la PIMEC (Pequeña y Mediana Empresa de Cataluña). "En nuestro país", afirmó, "cuando nos encontramos en una situación de crisis, resolvemos los problemas trabajando, ya sea con trabajos legales o ilegales", en una clara referencia a la economía sumergida.
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