Un abogado afirma que el fiscal no ha intentado demostrar las acusaciones
José María del Nido, ahogado defensor del teniente coronel Juan Fernández Hidalgo, para quien se piden 12 años y un día de reclusión por un delito de conspiración, aseguró ayer que la acusación hecha por el fiscal es una suposición. "Esa suposición hay que probarla, o al menos intentarlo, extremos que en modo alguno se han realizado", precisó. "Reto jurídicamente al fiscal para que me diga una sola prueba de la acusación hecha contra Fernández Hidalgo", señaló Del Nido.Este letrado expuso ayer su informe definitivo de conclusiones, centrado en esa falta de pruebas que, según él, se produce en el sumario. Para ratificarlo puso de relieve que la principal sospecha sobre su defendido se centra en la reunión que mantuvo en Valencia, en julio de 1982, con los tenientes coroneles José Enrique Crespo Cuspinera, procesado, y Mariano Cañas Barrera.
El abogado se preguntó repetidamente por qué no está procesado también Cañas Barrera y sobre todo por qué el fiscal no quiso interrogar en la vista a este teniente coronel, propuesto como testigo por Del Nido. El defensor destacó que, según los peritos, ningún documento intervenido a los procesados fue elaborado por Fernández Hidalgo.
Recordó el letrado que el fiscal había dicho que no entendía los motivos expuestos por Fernández Hidalgo para mantener la citada reunión de Valencia. "¡A mí qué me importa si el fiscal no entendió los motivos dados por el procesado!", exclamó a grandes voces Del Nido. Como conclusión, el abogado aseguró que "se ha querido construir un castillo de plomo en arenas movedizas", y pidió la absolución para su defendido.
El coronel Salvador Escandell, defensor militar de Fernández Hidalgo, insistió en los mismos conceptos, afirmó que "nadie puede ser condenado por sospechas" y calificó a los procesados de "conjunto de caballeros ejemplares". Recordó que durante el proceso por el golpe de Estado del 23-F defendió al ex general Jaime Milans del Bosch, condenado a 30 años de reclusión, y que, a pesar de las circunstancias procesales adversas, "creo que salimos con honor".
También expuso sus conclusiones definitivas el teniente del Ejército del Aire Antonio Hernández Griñó, defensor del teniente coronel José Enrique Crespo, para el que también pidió la absolución. Griñó calificó de "vagas" las argumentaciones del fiscal contra su defendido y de "montaje de papeles" las pruebas presentadas. El teniente dijo que, como consta en el sumario, su defendido permitió el registro de su domicilio el 2 de octubre de 1982 aunque se hizo sin mandamiento judicial.
El teniente coronel Gabriel Solano, defensor militar del teniente coronel Crespo, al ser calificadas de reuniones conspiratorias las mantenidas entre los procesados, dijo: "El fiscal supone lo que quiere demostrar", ya que no ha presentado ningún testigo para probar ese carácter conspiratorio.
El fiscal rehusó contestar a los abogados defensores al término de la vista cuando se lo propuso el presidente del tribunal.
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