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Consejo de Guerra por la conspiración del 27-O

El coronel Luis Muñoz expresa "fe absoluta" en su inocencia, y Jesús Crespo cree ser "víctima de una conspiración política"

Carlos Yárnoz

El consejo de guerra seguido desde el pasado martes contra los cuatro jefes militares presuntamente implicados en el golpe del 27-O quedó visto para sentencia a las 14.32 horas de ayer. Está previsto que la sentencia se conozca hoy o mañana. En la última sesión del juicio, celebrada a lo largo de la mañana de ayer, los procesados dispusieron de un último turno de alegatos, en el curso de los cuales se declararon inocentes. El coronel Luis Muñoz señaló: "Tengo fe absoluta en mi inocencia y en que el tribunal me hará justicia". Por su parte, el coronel Jesús Crespo Cuspinera afirmó: "En cierto modo, me considero víctima de una auténtica conspiración político-policial con fines electoralistas".

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El coronel Muñoz explicó, puesto en pie ante el tribunal, que a lo largo de los últimos años se ha visto envuelto por una cadena que le estaba "rodeando, atenazando", "y ahora estamos en el último eslabón de la cadena", precisó. Recordó que ya en 1977 fue vigilado por una supuesta reunión conspiradora con militares y políticos en la Escuela de Estado Mayor. Posteriormente se registró otra acusación similar por otra supuesta reunión de 40 militares de la Brigada Paracaidista en su domicilio. También fue citado en varios medios de comunicación porque, según éstos, había acudido a recibir a un político italiano al aeropuerto de Barajas y fue visto con su "amigo" Blas Piñar, ex presidente de Fuerza Nueva.En la lista de agravios, Muñoz también citó que le fue "vetado el destino de segundo jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil, siendo yo el único peticionario"; agregó que le quisieron quitar (no dijo quién) el destino en la Academia de Artillería, y, por último, afirmó que, "por decisión política", el Consejo de Ministros "vetó" su ascenso a general, a pesar de que el Consejo Superior del Ejército le propuso para ello en tres ocasiones.

Muñoz señaló que "hoy es, posiblemente, el último día en que vista este uniforme militar en un acto público, con independencia de la decisión del tribunal". Explicó el procesado que hacía esta afirmación debido a que ya se encuentra en la situación B. "Creo que lo he vestido (el uniforme) con dignidad, sin deshonrarlo". Añadió que para sostener la acusación que pesa sobre él hacen falta miles de piezas, pero que sólo se han presentado 14 o 15 y, además, "de distinto puzzle. Se presenta ante ustedes un engendro que no resiste el más mínimo análisis".

Para concluir, el procesado recordó que él era el más antiguo en la carrera militar de los cuatro acusados, por lo que quería poner de relieve que las reuniones citadas en el sumario entre él y los hermanos Crespo se habían celebrado por iniciativa suya.

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Por su parte, el coronel Crespo, para sostener su afirmación de que era víctima de una conspiración político- social, se remitió a las informaciones publicadas en distintos medios de comunicación tras su detención. "He sido uno de esos fantasmas fabricados por un extinto Gobierno" (el último de Unión de Centro Democrático). Agregó que forma parte de las Fuerzas Armadas desde hace 40 años y que su máximo interés ha estado presidido "por el amor a España y por comprender la milicia como una religión de hombres iguales".

En el turno del teniente coronel José Enrique Crespo, este jefe militar mostró su agradecimiento a quienes se han preocupado por su situación desde que fue detenido. "Al fiscal también tengo que agradecerle algo: esa atribución de documentos tan amplios, tan maravillosos. Usted lo sabe. Esos documentos nunca pueden estar escritos por la misma persona", dijo en voz alta, señalando con el dedo al fiscal, coronel Fernando Bartolomé. "En conciencia, yo no he cometido ningún delito. Con arreglo al honor y la dignidad militar, así se me juzgue", acabó diciendo.

En el último alegato, correspondiente al teniente coronel Juan Fernández Hidalgo, éste se limitó a expresar su adhesión con todo lo manifestado por sus defensores.

Seguidamente, y cuando el reloj marcaba las 14.32 horas, el presidente del tribunal, general de brigada Juan Castellanos, dijo escuetamente: "Este consejo de guerra se reúne en sesión secreta para deliberar y dictar sentencia". Al abandonar la sala, varios de los familiares y amigos de los procesados, algunos de los cuales habían llorado durante el desarrollo de los alegatos, se reunieron en el pasillo próximo a la sala de la vista con los procesados durante unos breves minutos.

Poco después de finalizado el juicio, los coroneles Muñoz y Crespo, así como el teniente coronel Crespo, fueron conducidos a la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid), donde han estado recluidos durante el último año. El teniente coronel Fernández Hidalgo continúa en libertad provisional, y abandonó el Gobierno Militar a primera hora de la tarde.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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