Garaikoetxea fue elegido 'lendakari' con el único apoyo de los votos del PNV

Carlos Garaikoetxea resultó ayer elegido presidente del Gobierno vasco con el único apoyo del PNV (32 votos), en un acto de 20 minutos de duración celebrado en el Parlamento, en Vitoria. Entre los aplausos de su partido, a los que se sumó el representante de Euskadiko Ezkerra, Roberto Lertxundi, y el silencio de los restantes grupos de la oposición, el lendakari juró su cargo reproduciendo casi literalmente la frase que en 1936 pronunciara el primer presidente del Gobierno vasco, José Antonio Aguirre. Como estaba previsto, los 11 diputados de Herri Batasuna no se presentaron en el Parlamento vasco.

"Ante Dios humillado en pie sobre la tierra vasca, con el recuerdo de los antepasados, juro cumplir fielmente mi mandato" fue la frase que pronunció, exclusivamente en euskera, Carlos Garaikoetxea tras ser proclamado presidente con los 32 votos nacionalistas.La votación, que solo preveía la votación a favor del candidato nacionalista o en blanco, registró el voto favorable de los 32 Parlamentarios del Grupo Nacionalista vasco al nombre de su candidato. Los restantes grupos de la oposición, Coalición Popular, Euskadiko Ezkerra y Partido Socialista, votaron en blanco.

El acto, fugaz y carente de protocolo en la sala de plenos, consistió en la proclamación de Carlos Garaikoetxea como presidente de Gobierno y en la jura de su cargo por parte del recién elegido.

Garaikoetxea, que anunció ayer que el equipo del nuevo Gobierno vasco posiblemente lo dará a conocer la próxima semana, subrayó que dos de sus máximos objetivos para la próxima legislatura, además del desarrollo estatutario pleno, son combatir el paro y la violencia. En este sentido su primer mensaje, tras ser elegido presidente de Gobierno, fue el mismo que lanzó en los momentos difíciles de la polémica electoral: "Una mano tendida al entendimiento y al diálogo sincero y profundo".

La banda municipal de Vitoria interpretaba el himno de la comunidad autónoma, Gora ta gora -cuyos sones se confundieron en algún momento con los gritos de un grupo de maestros que reivindicaba subvenciones públicas para la enseñanza en euskera- al finalizar el acto protocolario.