Presunto traficante de droga, acusado de matar de un tiro en la cabeza a un compañero

Un presunto traficante de drogas ha sido acusado de la muerte de Marcelino Baonza, madrileño de 34 años, casado, cuyo cadáver fue encontrado el pasado 4 de noviembre en la carretera de Fuencarral a El Pardo, según informó ayer en una nota oficial la Jefatura Superior de Policía. La nota tan sólo facilitaba las iniciales del detenido, que es Manuel Navarro Pérez, conquense de 31 años.

Según la policía, Marcelino Baonza, conocido como el Nino, era un traficante de estupefacientes que había efectuado en unión de su esposa diversos viajes a Holanda, para proveerse de heroína. En el lugar donde fue encontrado su cadáver se halló un casquillo de bala, marca Gecco, del calibre 7,65 milímetros, y en la autopsia que se le realizó se extrajo del cerebro un proyectil del mismo tipo. A partir de estos datos, la Policía centró sus investigaciones en el hampa relacionado con las drogas.A finales de la pasada semana fue detenido como sospechoso de este homicidio Manuel Navarro, con antecedentes por estafa y cohecho. Junto a él, fue capturado un coruñés de 40 años que tenía en su poder 320 gramos de cocaína. Los dos están conceptuados por la policía como traficantes de droga. A Navarro se le incautó una pistola marca Unique que tenía oculta en un hueco practicado tras el cenicero del cuadro de mandos de un Citroen CX Palas-2.400.

El arma fue enviada al laboratorio de balística forense de la Policía, donde los técnicos descubrieron que era la misma que había disparado el proyectil que acabó con la vida de Baonza. El detenido ha negado la autoría del homicidio. Según ha declarado Navarro, en la noche anterior a la muerte de Baonza había quedado citado con éste para tratar de una operación de venta de armas, oro y cocaína, pero el Nino no se presentó a la cita y ya nunca más supo de él.

El pasado martes, periodistas de 12 medios informativos abandonaron una conferencia de Prensa -en la que se iba informar de la resolución de este caso y del esclarecimiento del homicidio del profesor de EGB de Torrejón de Ardoz- como protesta por las dificultades impuestas por el jefe superior de policía de Madrid, Antonio Garrido, al trabajo de los informadores de sucesos.