El fiscal del consejo de guerra omitió preguntar al coronel Luis Muñoz sobre el documento más comprometido para los acusados

El coronel Luis Muñoz, a quien le fueron intervenidos la mayor parte de los comprometidos documentos sobre el golpe del 27-O, declaró ayer, en la segunda jornada del consejo de guerra, que "algunos de esos papeles no los he visto en mi vida". "Como en el 80% de los casos, no sé cómo llegaron a mi poder", agregó. El fiscal del consejo de guerra, coronel Fernando Bartolomé, no hizo pregunta alguna, en el interrogatorio al que sometió a Luis Muñoz, sobre el contenido del documento Determinación de fecha y hora, el principal informe que le había sido intervenido al coronel acusado.

El propio Muñoz había admitido en anterior declaración sumarial la autoría de ese documento, en el que se habla concretamente de una supuesta acción violenta que debía desencadenarse a partir de las ocho de la mañana del 27 de octubre de 1982, un día antes de las elecciones legislativas.A lo largo de la jornada de ayer fueron interrogados por el fiscal y los abogados defensores los cuatro jefes militares procesados -los coroneles Jesús Crespo y Luis Muñoz, y los tenientes coroneles José Enrique Crespo y Juan Fernández Hidalgo-, que en todo momento negaron haber planeado ninguna acción encaminada a terminar con el proceso democrático español. Muñoz dijo que "absolutamente nunca" había participado en plan semejante, y añadió posteriormente: "Además, ¿con qué?". Por su parte, el coronel Jesús Crespo señaló: "Si nosotros hacemos eso con los papeles que hay por ahí (la documentación intervenida), estábamos condenados al fracaso".

En el interrogatorio al que fue sometido por el fiscal el coronel Muñoz, éste respondió en todo momento con frases muy vagas sobre el origen y autores de los documentos que le fueron ocupados el 2 de octubre de 1982. Muñoz repitió términos como "no tengo ni idea", "no me acuerdo", "se habla de tantas cosas en esas reuniones...", "dándole vueltas a la cabeza", "en lo que puedo recordar", "ya no soy capaz de recordar", "tampoco me acuerdo..., la verdad", y otras similares. El coronel Luis Muñoz dijo que en su casa tenía muchísimos documentos, algunos de los cuales los había elaborado "como un entretenimiento".

Sin embargo, cuando fue interrogado por su defensor, José Zugasti, recordó detalladamente las circunstancias en que se desarrolló una reunión con los hermanos Crespo mantenida el 15 de septiembre en la cafetería Somosierra de la calle de Fuencarral de Madrid. "Habíamos quedado en la glorieta de Bilbao. Fuimos hacia Quevedo por la acera de los pares. Nos encontramos con el general Camargo y le saludé. Nos separamos del teniente coronel Crespo, porque éste quería comprar algo. Cruzamos la acera y entramos en una cafetería. Cuando volvió, el teniente coronel Crespo llevaba un paquete envuelto en un papel de un color muy chillón, creo que verde. Salimos luego y, ya por la acera de los impares, fuimos hacia Quevedo para coger el metro".

Contradicciones de Crespo

En el interrogatorio del fiscal al coronel Crespo, éste reconoció que en la primera declaración tras su detención ocultó la existencia de la citada reunión en la cafetería Somosierra "para no perjudicar a mi hermano". Posteriormente señaló que se había citado con su hermano para ver al coronel Muñoz, que ya estaba avisado, y el fiscal le recordó que en una anterior declaración dijo que se habían encontrado al coronel Muñoz por casualidad. Según el coronel Crespo, la reunión fue "inocua e intrascendente".

El coronel Crespo recordó que, como miembro de los servicios de información, trabajó a las órdenes del general José María Sáenz de Tejada, hoy jefe del Estado Mayor del Ejército, en 1975, año en que se iniciaron, por parte de dichos servicios, las labores de desarticulación de la Unión Militar Democrática (UMD).

Por otro lado, ni los coroneles Muñoz y Crespo ni el teniente coronel Crespo admitieron la paternidad de los documentos referidos a la operación Halcón, consistente, según los informes ocupados a Muñoz, en la neutralización de las autoridades del Estado y del Gobierno mediante comandos de obediencia ciega.

En cuanto al teniente coronel Juan Fernández Hidalgo, su abogado, José María del Nido, le preguntó repetidamente si alguien le había propuesto participar en alguna operación para derrocar el actual sistema político, a lo que el procesado contestó: "Nunca, jamás, en absoluto". Fernández Hidalgo se reunió en julio y en septiembre con el teniente coronel Crespo en Valencia y en Madrid, pero en todo momento mantuvo que ambas entrevistas se debieron a motivos personales.

Tras los interrogatorios declararon como testigos 26 generales y jefes propuestos por la defensa, y para hoy han sido convocados otros 54, entre ellos el jefe del Estado Mayor del Ejército. En la mayoría de los casos señalaron que no conocían ninguna actividad ilegal de los procesados. El fiscal no propuso ningún testigo.