El INI no ampliará el capital de Iberia, al rechazarse el convenio

El Instituto Nacional de Industria ha decidido suspender el plan de aportación de capital que tenía previsto llevar a cabo en los próximos tres años, por valor de 90.000 millones de pesetas, como consecuencia del rechazo, en referéndum, del acuerdo de convenio colectivo que había alcanzado la dirección de la compañía y las centrales sindicales UGT y SITA.El director general de Iberia envió ayer una carta al comité de empresa en la que explica que el INI condicionaba de forma expresa el plan de capitalización de Iberia a la consecución de un acuerdo conjunto en el que la Administración, la dirección de la compañía y los trabajadores se comprometieran a hacer un esfuerzo conjunto para poner en rentabilidad a la sociedad.

En la carta, la dirección de Iberia señala que, como consecuencia de la decisión del INI, no puede hacer frente a los compromisos reflejados en el acuerdo marco, que, de todas formas, fue rechazado en referéndum por los trabajadores por una diferencia de 450 votos. La carta termina advirtiendo que Iberia se ve "obligada a replantear con carácter urgente los estudios necesarios para adecuar su programa operativo y dimensionado de personal a la situación económica y financiera derivada de la nueva situación".

La dirección de Iberia advirtió, antes de la celebración del referéndum, que el rechazo del acuerdo marco conseguido con UGT y SITA -que incluía el plan de personal, la aportación de capital por parte del INI en los tres próximos años y la negociación de un contrato programa con la Administración- supondría volver a negociar desde cero. Representantes de UGT han señalado que consideran que CC OO ha llevado a los trabajadores a un callejón sin salida y que la responsabilidad de lo que suceda corresponde exclusivamente a esa central.

La negociación colectiva, iniciada a finales del pasado año, partía de una posición muy dura de la dirección de Iberia que se concretaba en la desaparición de la llamada paga de beneficios, crecimiento cero de los salarios, supresión de una semana de vacaciones y regulación de empleo si no se cubría el programa de bajas incentivadas y jubilaciones que tenía previsto la compañía.