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Entrevista:

"El Gobierno francés se ha dado cuenta de que debe conseguir beneficios con sus bancos para sostener la economía del país"

Administrador general de BNP desde febrero de 1982, para pasar más tarde al puesto que actualmente ocupa, René Thomas, que cumplió 65 años el pasado mes de enero, considera que la banca española no va a tener problemas de adaptación cuando se produzca la adhesión a la Comunidad Económica Europea, y cree que algunas de las decisiones adoptadas por la Administración socialista francesa en el terreno bancario, como el paquete financiero que los bancos tuvieron que destinar a la reindustrialización nada más ser nacionalizados, no ha sido bien entendidas en el extranjero.Pregunta. Tras casi dos años de gobierno socialista, ¿se ha producido alguna variación sustancial en el funcionamiento de la banca en Francia? ¿Qué aspectos considera usted que han cambiado?

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Un banco nacionalizado por el general De Gaulle

Respuesta. En este período se ha procedido a una amplia nacionalización del sector bancario. Cuando llegó el partido socialista al Gobierno había ya tres grandes bancos que habían sido nacionalizados por el general De Gaulle: Crédit Lyonnays, Societé Générale y BNP. La nacionalización ha entrañado, como primera medida, un cambio en la dirección de los bancos, pero el Gobierno ha estado atento a situar en ellos a personas que conocieran este negocio. Pero no se ha variado ni el objetivo básico ni la misma deontología del oficio bancario. Es decir, que la parte fundamental no ha variado. Nosotros hemos tenido que enfrentarnos con problemas tales como la agravación de la crisis en Francia. De 1980 a 1983 se ha producido un aumento del paro y de las suspensiones de pagos. Por eso, hemos considerado que era muy importante sostener a las empresas. Pero no a cualquiera, sino a las que se encontraban en una mala situación, pero que tenían posibilidades de salir a flote. Es muy dificil decir a una empresa que atraviesa una mala situación que no se la renueva un crédito. Pero es cierto también que, si las empresas desaparecen, se acaba el negocio de la banca.

P. Una de las primeras decisiones del presidente Mitterrand fue que los bancos destinaran un importante volumen de fondos para el desarrollo de nuevas industrias. ¿Volverá a repetirse esa medida?

R. Se refiere usted a la operación de 6.000 millones de francos decidida por el Gobierno para ayudar a las industrias. Esa operación se realizó en el mes de mayo de 1982. Esos fondos estaban destinados a dar nuevos medios a las compañías industriales recientemente nacionalizadas y a otras que ya pertenecían al sector público. Fue una operación mal acogida fuera de Francia. Fue una operación que se realizó una sola vez y que no volverá a repetirse. Es pues verdad que el Gobierno ha financiado al sector público, y es cierto también que existía esa necesidad.

P. Hace pocos días se anunciaba el lanzamiento de una emisión de títulos participativos en ECU (unidad de cuenta europea) para la compañía nacionalizada Saint Gobain, con su banco como jefe de fila de la operación. ¿Cuáles cree que son las posibilidades de la unidad de cuenta europea en el mercado financiero internacional?. ¿Va a ampliarse este tipo de operaciones a otras empresas?

R. Nosotros hemos hecho ya operaciones de crédito en ECU. Como banco de negocios, el ECU, nos permite diversificar el riesgo de cambio y utilizar una cesta de monedas y no depender sólo del dólar y de la política monetaria de Estados Unidos. Para las empresas es interesante, porque no se toma riesgo sólo con una moneda.

P. Después de un tiempo con oficina de representación, se decidieron a comprar un banco español que atravesaba una crítica situación financiera, como era la Banca López Quesada. ¿Cuáles fueron los motivos que les impulsaron a realizar esta operación?

R. En 1966, BNP abrió en España una oficina de representación, con sólo tres personas. Cuando varió la legislación, tomamos la decisión de abrir una sucursal. Estábamos en todos los países europeos, y no existía razón alguna para no estar también aquí. Luego, el azar forzó las cosas. El Banco de España nos pone en conocimiento las dificultades de la Banca López Quesada, analizamos el dossier, y realmente nos pareció muy malo. Y, lo era, porque tenía más de 11.000 millones de pesetas de pérdidas. Por tanto, no se puede decir que tomásemos la decisión a la ligera. Sabíamos que habría dificultades para remontar la situación, y todavía no la hemos remontado. Pero pensábamos también que era una buena oportunidad de tener, de una sola vez, una red de sucursales muy ampliamente instaladas por España. Eran 35 en aquel momento, y ahora son 45. Y, si no se tiene una red de sucursales, es dificil tener clientela local. Con la compra de la Banca López Quesada, la BNP se convierte en un banco español. Con participación española, presidente español, y con el 99% de sus empleados en este país españoles. Con esta adquisición se puede crecer como dice el filme de Saura: "Deprisa, deprisa".

P. ¿Cuándo cree que estará definitivamente ultimado el saneamiento de BNP España?

R. Considero que serán necesarios entre cuatro y cinco años para ponerlo a flote. Hemos puesto dinero y hombres. Cuando lo adquirimos, nos sobraban 100 personas. El pasado año se contrataron 45 personas españolas. El personal francés que vino aquí está simplemente en misión. Ahora preparamos el relevo, que será cubierto por los españoles que hemos preparado.

P. Algunos bancos extranjeros sin red de sucursales en España están aduciendo un endurecimiento del negocio...

R. Considero normal que el Gobierno intente controlar la masa monetaria. En todos los países se hace eso. En Francia, la política de crédito, por ejemplo, es particularmente restrictiva.

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