El MI-5 revisará las medidas de seguridad de la inteligencia militar del Reino Unido
El contraespionaje británico, más conocido como MI-5, ha recibido la orden de revisar las medidas de seguridad a que están sometidos los miembros del Servicio de Inteligencia Militar (DIS) porque el Gobierno conservador considera que se han producido demasiados casos de espionaje en los últimos tiempos.
La decisión fue anunciada ante la Cámara de los Comunes por la primera ministra, Margaret Thatcher. La falta de seguridad en el DIS quedó de relieve ya en el año 1983, cuando un joven cabo fue detenido y condenado a cuatro años de cárcel por pretender vender a la Unión Soviética importante información clasificada de muy sensible sobre el desarrollo de la guerra de las Malvinas entre el Reino Unido y Argentina.El hecho de que el cabo Philip Aldridge, que tenía menos de 21 años, hubiera tenido fácil acceso a dichos documentos hizo que el Gobierno nombrara una comisión de encuesta, presidida por lord Bridge. La comisión entregó esta semana las conclusiones de su trabajo, en las que se expresa la preocupación por la forma un tanto laxa en que se controla la información secreta.
El citado informe llegó precisamente el mismo día en que el Ministerio de Defensa admitía públicamente que algunos secretos militares británicos habían caído en manos no autorizadas en Chipre. Al parecer, algunos jóvenes soldados tuvieron acceso a información confidencial. La primera ministra ha decidido hacer caso a las recomendaciones de la comisión Bridge y ha encomendado al M-15 la elaboración de normas más estrictas.
Normas más estrictas
En concreto, se pretende impedir que menores de 21 años tengan acceso a información sensible, reforzar las normas sobre destrucción de documentos y aumentar en general el nivel de seguridad.
Según el diario conservador The Times, el Gobierno de Margaret Thatcher ha introducido ya nuevas técnicas de investigación sobre los agentes de los distintos servicios de inteligencia británicos (servicio de espionaje o MI-6, contraespionajeo MI-5 y el centro de comunicaciones de Chetelham).
A partir de ahora, todos estos servicios tienen que superar un examen ideado por la Agencia Central de inteligencia norteamericana (CIA), y que incluye una investigación entre sus vecinos y amigos para establecer sus hábitos sociales y los principales rasgos de su carácter.
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