El ala derecha del PSD portugués anuncia una oposición 'reforzada' al actual Gobierno de coalición

ENVIADA ESPECIALEl tema de una eventual remodelación del Gobierno centra de nuevo la atención de los medios políticos tras el congreso nacional de los socíaldemócratas portugueses (PSD), celebrado el pasado fin de semana en Braga. El ala derecha del partido, liderada por Marcelo Rebelo de Sousa, erigida, tras los resultados de la reunión de Braga (donde su moción de orientación política obtuvo un importante 10% de los votos, frente al 55% de la moción de Mota Pinto y el 35% de la tendencia critica de Mota Amaral), en árbitro de la contienda in terna, anunció ya una oposición reforzada a la estrategia de alianza con los socialistas, hablando de .varias y pesadas facturas" a pa gar por Mota Pinto por la frágil victoria alcanzada el domingo.

Las dos oposiciones están de acuerdo en un punto: el PSD debe dejar de ir "a remolque de los socíalistas", como lo hizo desde la formación del Gobierno de coalición presidido por el socialista Mario Soares.

Mota Pinto prometió reafirmar la identidad propia del segundo partido de la coalición, y un esfuerzo más enérgico para "regenerar el Estado" y resolver una serie de bloqueos a nivel de la Administración, del sector público, de la liberalización de la economía y de la legislación laboral.

El cambio ministerial anunciado desde hace meses puede constituir la primer prueba de fuego para Mota Pinto, ahora más vulnerable que ñurica a las presiones contradictorias de su aliado socialista y de la oposición interna que le exige mayor firmeza.

La candidatura para las elecciones presidenciales de 1985 se dejó al estudio del consejo nacional del partido, elegido el domingo, y en el que el nuevo líder del PSD, Carlos Mota Pinto, estará en minoría, con 46 consejeros contra 48. Los compromisarios se limitaron a exigir un candidato socialdemócrata civil.

Esta decisión implica la exclusión de una candidatura militar, ya defendida por Mota Pinto, y dificulta la negociación con los socialistas de un eventual apoyo a la candidatura de Mario Soares, a cambio de la atribución de la presidencia del Gobierno a un socialdemócrata.