Las comunidades israelitas en España están intentando un acuerdo con el Estado

La Federación de Comunidades Israelitas en España está intentando conseguir un acuerdo de cooperación con el Estado, según dijo a Efe su secretario general, Samuel Toledano. Los israelitas tratan de conseguir este acuerdo en virtud de lo establecido en la Constitución y en la ley orgánica de Libertad Religiosa.El Estado ya firmó en 1979 acuerdos con la Sante Sede que afectan a las relaciones entre el Estado y la Iglesia católica en España, y en estos momentos diversas comisiones mixtas tratan de desarrollarlos. Respecto a posibles acuerdos con otras confesiones, el Estado podrá firmar acuerdos con aquellas que tengan "notorio arraigo" en España, tal como establece la ley orgánica de Libertad Religiosa. Para determinar cuáles son las de notorio arraigo, la comisión asesora de libertad religiosa está trabajando para ver cuáles pueden ser en España estas confesiones, que serán las que puedan aspirar a establecer acuerdos con el Estado. La comisión es tripartita: un tercio, representantes del Estado; otro, de confesiones religiosas, y otro, de expertos.

Según Toledano, en las conversaciones habidas con representantes del Ministerio de Justicia ya se avanzó mucho en los puntos concretos del futuro acuerdo.

Los principales temas son los relativos a que el matrimonio religioso judío tenga efectos civiles; estatuto del rabino (reconocimiento como ministro de culto, acceso a cárceles, cuarteles, hospitales y no obligación de declarar sobre materias que haya conocido por razón de su ministerio), y educación (poder dar clases de religión judía en centros públicos si los alumnos lo desean).

También se abordan temas fiscales, relativos a la exención de impuestos sobre legados, donativos y lugares de culto; cláusula sobre alimentos rituales; protección del patrimonio histórico-cultural judío en España, e implantación de programas en los medios de comunicación estatales.

Respecto al porcentaje que pueda asignarse en la declaración de la renta de las personas físicas para las confesiones religiosas (impropiamente denominado "impuesto religioso", según Toledano), los judíos rechazan esta fórmula, "porque equivale a interponer entre el fiel y su confesión un ente antipático, como es el fisco".