El Gobierno responderá hoy al fracaso histórico de la 'cumbre' de la CEE

El Consejo de Ministros hará hoy una valoración política del fracaso registrado ayer en la cumbre de Bruselas y decidirá si presenta de manera inmediata el documento agrícola alternativo español como respuesta al entregado por la Comunidad a España el pasado 21 de febrero. Este fracaso, el segundo después de la reunión de Atenas, hace tres meses, ha puesto fin a las esperanzas de buscar una salida a la crisis financiera y agrícola de la Comunidad. El aumento de los recursos financieiros de la CEE -para permitir la adhesión de España y Portugal, relanzar las nuevas políticas industriales comunitarias y poner en marcha la reforma necesaria de la política agrícola común- queda en suspenso.

La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Económica Europea (CEE) no logró llegar a un acuerdo, tras dos días de negociación, por la oposición de la primera ministra británica, Margaret Thatcher, a las soluciones propuestas para resarcir al Reino Unido de su aportación excesiva al presupuesto comunitario. Como ocurrió en Atenas, no hubo comunicado final. Pero, a diferencia de la reunión celebrada hace tres meses en la capital griega, se lograron acuerdos parciales para incrementar los recursos de la CEE, supeditados a una solución global del paquete. El presidente de esta reunión, el francés François Mitterrand, está decidido a convocar una conferencia de los diez -antes de la próxima cumbre de junio- para relanzar Europa, aunque sea a nueve, destinada "a los que quieren franquear los obstáculos y desean el logro de una Europa sobre las bases del Tratado de Roma". Francia y la República Federal de Alemania parecen dispuestas a aislar al Reino Unido, si Margaret Thatcher no quiere participar en la construcción europea.El propio François Mitterand subrayó en la conferencia de prensa posterior a la cumbre que este fracaso no debe afectar a las negociaciones para la adhesión de España y Portugal, reafirmando que estas podrían estar finalizadas el 30 de septiembre de este mismo año, para que los respectivos Parlamentos nacionales puedan realizar la ratificación antes del 1 de enero de 1986.

La jornada de ayer fue larga, entre propuestas y contrapropuestas, no sólo sobre el cheque británico, sino sobre su sistema de calcularlo. Para Londres, su déficit frente al presupuesto de la CEE debe tomar en cuenta la parte de su contribución, que se recauda de los aranceles y gravámenes a las importaciones provenientes de países terceros. Para Mitterrand, y los otros ocho, esta parte de la contribución pertenece a la Comunidad y no al Reino Unido.

Margaret Thatcher pedía una devolución de 1.300 millones de unidades de cuenta europea (ECU) (170.000 millones de pesetas). Los nueve ofrecieron 1.000 millones de ECU (130.000 millones de pesetas). El Reino Unido aporta el 23,6% del presupuesto de la Comunidad Económica Europea, mientras que recibe el 13% de estos beneficios directos, lo que provoca un saldo desfavorable de 2.000 millones de ECU.

"¿Puede la CEE conocer graves dificultades por 300 millones de ECU?", se preguntó Mitterrand en la conferencia de prensa que clausuró la fracasada reunión. "Los que quieran que Europa se construya, que lo digan, que se sepa y que se comprometan", añadió el presidente francés.

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