Serra defiende en el Congreso la equiparación salarial de los funcionarios militares y civiles
Narcís Serra, ministro de Defensa, defendió ayer en el Congreso que las retribuciones a las Fuerzas Armadas no deben suponer sólo una equiparación con los funcionarios civiles, sino también con las fórmulas "de los países con los que nos queremos homologar". El ministro, que basó su argumentación en ejércitos pertenecientes a la OTAN, como el de Estados Unidos, sostuvo que el proyecto de ley que fue aprobado para su traslado a comisión, está basado en principios tales como equidad, claridad, simplificación y analogía con la administración civil, y supone la aplicación de las peculiaridades de la carrera militar.
La enmienda a la totalidad con texto alternativo presentada por el Grupo Popular y defendida por Jorge Verstrynge, fue derrotada por 182 votos en contra, 79 a favor y ocho abstenciones. El ministro de Defensa expuso las líneas generales del proyecto como una simplificación del sistema retributivo actual, lo que supone la reducción de 250 conceptos a 15 y una homologación de los militares con el resto de los funcionarios públicos -homologación que, de cara al futuro supone la eliminación de agravios comparativos.Serra manifestó que la nueva tabla salarial supone un gran esfuerzo económico en un momento de grave crisis. Pero el ministro justificó los aumentos previstos al manifestar que los miembros de la carrera militar nunca han tenido afán lucrativo y ello les ha llevado a una situación de desequilibrio salarial respecto al sector público.
Serra defendió la singularidad del proyecto en lo que respecta al complemento de peligrosidad y penosidad, diciendo que evidentemente no todos los puestos tienen las mismas características, y en lo tocante al valor de los diplomas dijo que lo importante no es poseerlos, sino el puesto que se ocupe en cada momento. El proyecto, dijo Serra, "pretende retribuir dignamente, y lo consigue, la carrera militar".
De acuerdo con esta ley, las retribuciones básicas pasan a ser el sueldo, el grado de carrera militar, los trienios y las pagas extraordinarias. Los complementos, a fijar en los Presupuestos Generales del Estado, los constituirán el familiar y el de de destino por razón de empleo. Los complementos especiales serán los de peligrosidad o penosidad especial, el de especial dedicación y el incentivo.
"El sueldo se percibirá en razón del empleo efectivo en cada caso", dice el proyecto de ley, "ostentado por el personal comprendido en el ámbito de la aplicación de la presente ley y se determinará en función de los siguientes índices de proporcionalidad: proporcionalidad 10, oficiales generales y sus asimilados y oficiales particulares con excepción de los alféreces y sus asimilados. Proporcionalidad 6, alféreces y suboficiales y sus asignados. El grado de carrera militar retribuirá el empleo de modo que se perciba un grado por empleo alcanzado en cada uno de los grupos siguientes: grupo A, teniente general y almirante; general de división y vicealmirante; general de brigada y contraalmirante; coronel y capitán de navío; teniente coronel y capitán de fragata; comandante y capitán de corbeta; capitán y teniente de navío y teniente y alférez de navío. Grupo B, alférez, subteniente, brigada, sargento primero y sargento".
De acuerdo con el proyecto y a modo de ejemplo, los salarios pasarán a ser los siguientes: un teniente general que en 1983 percibía 167.219 pesetas, pasa en 1984 a 207.940, y en 1985 los conceptos que constituirán su paga mensual serán los siguientes: sueldo base, 82.830 pesetas; 23.344 por el grado; 67.819 por complemento de destino, y 61.838 por incentivo, lo cual supone un total de 235.831 pesetas.
Un capitán que en 1983 percibía 114.105 pesetas, en 1984 pasa a 134.660. Su salario para 1985 suma un total de 146.284 pesetas. Un sargento, que en 1983 percibía 74.929 pesetas, en 1984 recibe 86.286, y en 1985, 92.788.
Enmienda de AP
Jorge Verstrynge, por el Grupo Popular, presentó una enmienda a la totalidad -con texto alternativo- en la que afirmó que el proyecto no cumple las promesas hechas por el Gobierno y que la nueva retribución no es justa ni equitativa. Recordó, entre otras cosas, que no se recoge la situación de los oficiales de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Este punto lo matizó Serra al afirmar que las medidas para oficiales se extienden a todos los cuerpos militares.
Verstrynge afirmó que el proyecto no sirve para resolver los problemas definitivamente y con generosidad, porque el proyecto "tal y como viene redactado, es en gran parte innecesario, está mal elaborado, es contrario a los principios de la moral militar y va en contra de la debida preparación técnica de las Fuerzas Armadas".
El diputado popular argumentó que el actual proyecto no modifica errores anteriores "y al continuar sin variación las retribuciones básicas, fuerzan aun más las complementarias, y así vemos que el complemento de destino, que no olvidemos se percibe por razón del puesto de trabajo y del empleo ostentado, es de mayor cuantía para un subteniente que para los tenientes y capitanes, igual que el correspondiente al comandante y el de brigada es igual al de capitán".
Serra respondió que está justificado que el complemento de destino de un subteniente sea mayor que el de un teniente recién salido de la academia, y para ello recordó el hecho del sargento mayor estadounidense como ejemplo. Utilizó ejemplos de países pertenecientes a la OTAN y dijo "debemos equipararnos no sólo con los funcionarios civiles, sino con los países con los que nos queremos homologar".
El Congreso también desestimó tres enmiendas a la totalidad con texto alternativo presentadas por las minorías vasca y catalana y el Grupo Popular al proyecto de ley sobre Protección Civil. Marcos Vizcaya, en nombre de la Minoría Vasca, mantuvo que el proyecto presentado por el Gobierno no ofrece la posibilidad de crear una protección civil con actuación coordinada y se opuso porque no contempla la posibilidad competencial de las comunidades autónomas, ya que queda reservada en su totalidad al Estado.
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