Discreto goteo a la baja

Ha continuado el discreto goteo a la baja en los cambios de los valores más representativos del mercado bursátil como consecuencia de la denodada actitud de los inversores potenciales, que mantienen su huelga de bolsillos vacíos a pesar de que los vendedores tampoco han realizado unos grandes despliegues en el parqué.Los valores eléctricos volvieron a ser nuevamente objeto de la falta de consideración de los inversores, y se observaron algunas pérdidas de cierta consideración, como era el caso de Iberduero, que cedía algo más de un punto en busca de incentivar a los posibles ordenantes compradores más animados.

En el grupo bancario, aunque se consiguió llegar al cierre con un cierto equilibrio entre posturas de compra y venta, lo cierto es que su trayectoria no satisfizo prácticamente a nadie. Tres entidades de entre las siete que constituyen el grupo más selecto del mercado presentaron unos discretos saldos compradores. Banesto, Bilbao y Central, en sus respectivos saldos, ofrecían una mayor presencia de órdenes de compras, que encabezaba el banco que preside Alfonso Escámez con 15.773 títulos sin contrapartida vendedora aparente en el mercado madrileño. Las mejoras fueron discretas, sólo de dos puntos, mientras que los recortes incidían con mayor intensidad en algunas cotizaciones, como era el caso del Popular, que dejaba seis enteros, perdiendo la cota del 300% ante la presencia, que aparentemente no resultaba muy preocupante, de 12.664 acciones. a la venta sin casar, lo que a la vez permitía a esta entidad atender, a última hora, la totalidad de estos títulos.

El Águila continúa siendo una de las sociedades que aparentemente están dispuestas a dar una mayor animación al mercado. Ante la aparición ayer en algunos medios de Prensa de una información, sin excesiva confirmación, según la cual los hipotéticos compradores de la participación de esta compañía en varias distribuidoras. de bebidas refrescantes negaban su interés por las mismas, la demanda se retrajo y el precio de estas acciones caía ocho puntos, observándose algún discreto tanteo comprador después de hora.

Por el momento se observa un apreciable desconcierto entre los inversores, incluso los institucionales, toda vez que el pasado lunes, al ser festivo, no se pudieron realizar las tradicionales reuniones de los comités de inversión de las grandes sociedades de cartera, por lo que los grandes grupos no tienen excesivamente claro cuál puede ser el desarrollo del mercado en un futuro inmediato.

No obstante, los más optimistas centran todas sus esperanzas en la posibilidad de que las empresas eléctricas, de la mano de una Hidrola que se enfrenta dentro de 10 días al inicio de su ampliación de capital, protagonicen una cierta reacción alcista. Junto a esto, se estima como bastante favorable el hecho de que los valores bancarios continúen mostrándose bastante reacios a ceder posiciones de consideración en relación a los niveles de cambio que habían alcanzado en los últimos días de bonanza.

Existe una incógnita en cuanto al potencial real de las partidas vendedoras. Algunas tesis apuntan la posibilidad de que la oferta conocida pueda significar solo la punta de un iceberg de mayor envergadura. Para otros expertos el fenómeno que se está produciendo responde a una serie de operaciones de promedio de costes que están realizando algunos inversores institucionales. La realidad sólo será desvelada por el paso de las próximas reuniones.