No hubo simulacro de fusilamiento, según la acusación del 'caso Herrera de la Mancha'
Los abogados Jaime Sanz de Bremond y Cristóbal Cantero, dos de los acusadores particulares en el juicio por torturas contra 12 funcionarios de la cárcel de Herrera de la Mancha, negaron ayer que se hubiera producido un simulacro de fusilamiento durante el traslado de los reclusos que testificaron sobre dichos malos tratos. Los letrados se entrevistaron ayer con los reclusos de la prisión de Herrera -actualmente recluidos en Meco, Alcalá de Henares- que habían prestado declaración en la vista del juicio sobre las torturas que presuntamente les causaron los funcionarios encausados.El simulacro de fusilamiento había sido denunciado a gritos, desde el furgón celular, por los reclusos que permanecieron en ese vehículo después de que se fugara de él Vicente Gigante, que al cierre de esta edición se hallaba en paradero desconocido. El preso fugado pidió durante la sesión del jucio del viernes pasado que se le ofrecieran garantías de que no le iba a ocurrir nada al volver a la prisión, puesto que había sido amenazado de muerte si testificaba. El presidente del tribunal, Antonio Hernández Diez, le contestó: "Bueno, si le matan, qué le vamos a hacer".
Gigante, de 26 años, rubio, delgado y muy menudo, era especialmente apto para huir por un hueco de reducidas dimensiones, como es la ventanilla del furgón celular del que escapó. Cumplía una condena de 23 años por robo con homicidio.
Sanz de Bremond manifestó a EL PAIS que el simulacro de fusilamiento no se había producido y que los presos explicaron que, a la media hora de salir de Ciudad Real, el canguro (furgón celular empleado para el traslado) hizo una parada, por causas desconocidas, lo que originó gran nerviosismo entre los reclusos, que empezaron a gritar.
Sanz de Bremond puso de manifiesto la sensibilidad del director de la prisión de Meco, que ha designado una guardia especial de funcionarios, procedentes en su mayoría del Sindicato Democrático de Prisiones, para tratar de calmar la excitación de los presos, ya que en el cacheo de ayer, cuando llegaron a la prisión, les rajaron los equipajes para ver su contenido, en lugar de abrir las cremalleras.
El juicio se reanuda hoy en la Audiencia de Ciudad Real.
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