Fuerte malestar entre los diputados por el celo reglamentista del presidente de la Cámara

"Lo que dijo ayer por la tarde Santiago Carrillo lo piensa más del 90% del Grupo Socialista", manifestó uno de los portavoces parlamentarios del partido que apoya al Gobierno. Manuel Fraga, presidente de Alianza Popular, afirmó que su grupo estudiará una acción como respuesta no al incidente verbal que tuvo el miércoles el presidente de la Cámara, Gregorio Peces-Barba, con Santiago Carrillo, sino a la actitud de aquél, reiterada en numerosas ocasiones. Para el Grupo Vasco, Peces-Barba está poniendo una mordaza a la Cámara, y para los catalanes, ha empezado una nueva epoca de autocensura. Entre los diversos grupos parlamentarios del Congreso existe un fuerte rechazo hacia el celo reglamentista que Peces-Barba impone en los debates.Entre los miembros del Grupo Socialista el malestar es más que notable. Se acusa al presidente de cortar los debates políticos y de intimidar a los más novatos de la Cámara, a quienes impide manifestarse con una mínima coherencia al insistir en sus interrupciones. Pedro Bofill, uno de los portavoces socialistas, salió tras Santiago Carrillo cuando se produjo el incidente para solidarizarse con él y pedirle excusas por el comportamiento del presidente. En los escaños y en el grupo se comentó desfavorablemente la actitud de Peces-Barba. Los diputados socialistas, según manifestaban ayer, prefieren la presidencia de Leopoldo Torres "porque es más flexible e incluso tiene más sentido del humor". El Grupo Socialista no presentará queja formal por la actitud de Peces,Barba, pero se le hará llegar.

Manuel Fraga entiende que "durante toda la tarde se confirmó lo que he dicho en repetidas ocasiones. Su actitud no es sólo personal, sino que se debe a las presiones que recibe. Las constantes llamadas al orden son ajenas al espíritu parlamentario. Tengo la sensación de que lo ocurrido ayer se va a reiterar, y en su momento estudiaremos la acción a tomar". Dentro de Coalición Popular existe el mismo malestar.

Herrero, único defensor

El único defensor de Peces-Barba es Herrero de Miñón "porque es otro reglamentista", en opinión de miembros de su grupo. Fernando Suárez, que no asistió al incidente porque en ese momento presenciaba un desfile de modelos, manifestó que suele ponerse de parte del presidente porque conoce las dificultades de dirigir un debate, "pero me parecen excesivas sus interrupciones".

,"Marcos Vizcaya, de la Minoría Vasca, dijo al comentar el tema nue "se está poniendo una mordaza a la libertad de expresión. En muchos debates los diputados tenemos una gran inseguridad porque no conocemos los límites de nuestras intervenciones. El presidente debe velar por el orden y respeto, pero debe tener gran flexibilidad para que un diputado se exprese con libertad. No comprendo la razón por la cual uno no puede referirse a antecedentes históricos del tema que se debate".

Luis Ortiz, portavoz centrista, estima que "el presidente no tuvo una actuación afortunada por exceso de celo. Conduce bien los debates, pero todo tiene sus límites. Esta Cámara se encuentra encorsetada por el reglamento, y así, el tema del ametrallamiento de un pesquero español seguramente tardaremos días en debatirlo".

Joaquim Molins, de la Minoría Catalana, manifestó que "una hora antes del incidente les dije a los socialistas que estaba dispuesto a hacer lo que posteriormente realizó Carrillo. El presidente debe evitar que se falte el respeto a nadie, pero no puede llamar la atención por citar a un anterior director general de RTVE cuando se está debatiendo el tema. Para decir lo que queremos tenemos que recurrir a escribir artículos porque aquí no podemos expresarnos libremente, a pesar de que ya somos mayorcitos. Aquí comienza a funcionar la autocensura".

Ayer tarde, a la hora de votar las enmiendas al proyecto de ley del Fondo de Compensación Interterritorial enviado por el Senado, Peces-Barba se dio cuenta de que había más llaves puestas que diputados. Las mandó retirar y observó que no sólo quedaban dos, sino que alguien pulsaba además la suya. La broma le sentó tal mal que dio un martillazo y mandó suspender la sesión durante un cuarto de hora. El proyecto de ley fue aprobado sin ninguna de las enmiendas presentadas por los grupos Popular, Centrista, Minoría Vasca, Minoría Catalana y Mixto.