La agricultura española podría tener subvenciones desde el primer momento de la adhesión a la CEE, según Guidoni
Francia parece haber variado sustancialmente la postura mantenida en el Consejo de Ministros comunitario del pasado día 21 de febrero en el que se comunicó oficialmente la posición agrícola de la CEE respecto a España, según se desprende de las declaraciones realizadas ayer por el embajador francés en Madrid, Pierre Guidoni, durante unas jornadas sobre la integración de España en la Comunidad Económica Europea, organizadas por la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Madrid. Guidoni subrayó que Francia y los países comunitarios están considerando que el período transitorio de tres años fijados para la integración de la industria española en Europa debe ser alargado y que las subvenciones comunitarias a los productos agrícolas españolas deben instaurarse desde el momento de la adhesión de manera gradual.El documento de la Comunidad estipulaba una transición de diez años para los productos agrícolas españoles y que las subvenciones a frutas y hortalizas se produjeran sólo en la segunda fase de ese período transitorio, con lo que estas quedarían desasistidas en los seis años posteriores a la adhesión.
El embajador francés manifestó que la CEE reconoce que España ha implantado realmente una política de limitación de la producción vinícola, e hizo hincapié en que debe plantearse también una limitación similar en los demás países miembros. Este hecho es trascendente, por cuanto ni aceite ni vino, fueron incluidos en el documento agrícola que presentó la CEE.
El diplomático francés avanzó que en la negociación se va a tener en cuenta la incidencia que la adhesión puede tener en productos españoles más sensibles a la competencia comunitaria, como pueden ser leche y carne. Estas declaraciones cobran especial trascendencia, si se tiene en cuenta que Francia es el país que ostenta la presidencia de la CEE desde el pasado 1 de enero y del que depende en buena medida que se consigan unas mejores condiciones de entrada para España en las instituciones comunitarias. Según confirmó posteriormente este periódico en fuentes diplomáticas francesas en Madrid, la intervención del embajador oficial de Francia en España había sido detalladamente preparada y representa la postura de ese país sobre la negociación con España. El Gobierno francés había solicitado antes de concretarse la posición de la Comunidad sobre el tema agrícola, un período transitorio de 12 años, superior al solicitado por el resto de los países de la CEE. Poco antes del consejo del pasado 21 de febrero, la delegación de este país había presentado al Comité de Representantes Permanentes ante la Comunidad (Coreper) nuevas pretensiones para que España redujera más su producción de vino, se congelara durante un tiempo la plena integración del sector olivarero español en la CEE y se introdujeran restricciones en los intercambios comerciales.
Es también significativo que estas declaraciones del embajador Guidoni se produjeran unas horas después del ametrallamiento de pesqueros españoles por guardacostas franceses y cuando el representante diplomático galo ya había sido llamado al Palacio de Santa Cruz por el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, para perdirle explicaciones de lo ocurrido.
