¿Qué es España?

Ya está claro, es obvio que los pollos siempre han sido domésticos. Toda gallinácea que piense o se comporte en un sentido diferente es poco menos que una depravada, inconformista, descalificada para todo. Esto aunque su hábitat haya sido implantado en un gran corral que sólo puede dotarlo de unidad una gran muralla artificial y mal cimentada, tanto a corto como a largo plazo, hacia el futuro o el pasado.Cebados con los nutritivos piensos de la reconversión, de espíritu en este caso, los más altaneros pollastres, a los que nunca los granjeros han racionado el pienso por no tener el piar diferente cuando pequeños, han sido puestos a cantar. Sólo les ha faltado reprochar a la patata que se vuelva blanda al cocerse, sin. preguntarle si alguna vez estuvo a favor de ser metida en la olla.

Pero lo que me parece más grave es que en el editorial de EL PAIS del día 29 de febrero se pretenda dar por sentado que, porque estos intelectuales no hayan llegado a las manos durante los llamados coloquios sobre lo que es Espaila, celebrados en Gerona, ya queda demostrado que todos los criterios contrarios al modelo de España que dibujan la letra de la Constitución y los estatutos de autonomía son aberrantes y, por tanto, no merecen ni ser oídos.

Si bien estoy en contra de los métodos violentos como estrategia de cualquier acción humana y, por tanto, también para llevar a la práctica cualquier ideario político, creo que la letra de la Constitución no puede ser tan rígida como para no tener la posibilidad de opinar sobre un problema las personas que más en propia carne lo han padecido. Quizá sus planteamientos no sean los más viables, pero no contando con su opinión y desacreditándoles junto con sus portavoces, tal y como hace usted en el citado editorial, creo que no se contribuye en absoluto al logro de una sociedad democrática avanzada. / José Manuel Vega.