La tasa de ahorro sobre la renta nacional aumentó durante 1983

Las perspectivas de crecimiento de la economía española para 1984 se cifran el 2,5%, con una importante contribución del sector exterior y de la formación bruta de capital y un menor apoyo en el consumo público y privado, según se desprende del informe presentado por el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, al Consejo de Ministros celebrado ayer. En dicho informe, el titular de la cartera de Economía resalta que en 1983, aunque continuó la caída de la inversión, la tasa de ahorro sobre el conjunto de la renta nacional aumentó por primera vez en varios años, hasta situarse en el 18%.El informe elaborado por el Ministerio de Economía y presentado al Consejo de Ministros señala que el principal cambio en la economía española durante 1983 se produjo en el sector exterior, con una reducción sustancial del déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente, cifrada en 1.700 millones de dólares que ha continuado en los primeros meses de 1984 lo que, unido a la caída del dólar, se ha traducido en una apreciación de la peseta frente a las principales monedas europeas, con ligeras, variaciones.

En opinión del Ministerio de Economía, la evolución de los precios, incluso a pesar de la elevación experimentada en el pasado mes de enero, sigue siendo positiva, ya que la inflación acumulada desciende, Durante 1983, el aumento medio de los precios al consumo fue del 12,2%, frente al 14,4% del año anterior, y, a finales de enero de 1984, el ritmo de inflación se sitúa en el 11,9% en media anual, con una reducción de tres décimas sobre un mes antes.

Aumenta la actividad económica

Además de, la reducción de la tasa de inflación que está teniendo lugar, para los expertos del Ministerio de Economía es destacable el hecho de que el diferencial de precios entre la economía española y la Comunidad Económica Europea y la media de los países miembros ole la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) continúa estrechándose. Según estos cálculos, mientras que el diferencial con la OCDE en diciembre de 1982 era de 9,2 puntos, en enero se ha situado en el 6,6% frente a la CEE se ha pasado de 5,8 puntos a cinco puntos.El informe presentado al Consejo de Ministros señala que, a pesar de los escasos datos de que se dispone en la actualidad, la actividad económica prosigue a un ritmo similar o superior al del pasado año. El consumo de energía eléctrica en enero ha crecido por encima del 5%, el doble del registrado en promedio durante 1983. En este mismo sentido se señala que el crecimiento, en términos reales, de las exportaciones en los tres últimos meses conocidos, ha sido del 11 % y que las importaciones continuan tendiendo al alza, con un incremento del 6,5%. respecto al mismo mes del año anterior.

La aceleración en la tasa de crecimiento de la actividad económica durante 1983 se reflejó, en opinión del Ministerio de Economía, en el nivel de empleo que redujo su ritmo de caída, pasando de una pérdida de puestos de trabajo superior a 130.000 en 1982 a algo más de 100.000 en 1983. Dado que la población activa mantuvo aproximadamente el mismo crecimiento que en 1982, el nivel de paro marcó un nuevo incremento en el pasado año, algo inferior al de 1982 pero con una tasa de paro ligeramente superior al 18%.

A pesar de que la actividad económica continúa siendo fuerte en los primeros meses de 1984, ello no ha impedido que se mantenga en alza el nivel de paro registrado -90.000 personas más en enero-, lo que representa el doble de lo que creció en el mismo mes del año pasado. Para los expertos de Economía esto puede deberse a una aceleración en el aumento de la población activa, como consecuencia de las expectativas que hayan podido generarse por el cambio esperado en la cobertura del subsidio de desempleo, aunque también hay que tener en cuenta la finalización de los contratos temporales de la Administración.

El informe del ministro de Economía explica que, para mantener los objetivos de crecimiento para 1984, es necesario reducir el déficit presupuestario hasta el 5% del producto interior bruto (PIB), un aumento salarial del 6,5% para lograr reducir la tasa de inflación al 8% y una progresión de la inversión del 4,5%, en la que la inversión privada sea el componente más dinámico.