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El nacionalismo se consolida en las pequeñas poblaciones vascas

La Junta electoral del País Vasco ha remitido ya al Parlamento autónomo los resultados oficiales de las elecciones del pasado día 26. Dichos resultados confirman, con pequeñas variaciones, los adelantados por la Prensa en los días que siguieron a los comicios, así como la impresión de que apenas sí ha habido modificaciones en el comportamiento electoral de los vascos en relación a los resultados de las últimas elecciones municipales. El análisis de los resultados por municipio confirma la tesis de que es en las poblaciones pequeñas y medianas donde el nacionalismo en general, y el PNV en particular, refuerza su hegemonía.Los parlamentarios han comenzado ya a presentar sus acreditaciones a la secretaría de la Cámara vasca, por lo que se espera que a comienzos de la semana próxima el presidente de la Diputación permanente del Parlamento pueda convocar el pleno que designará la mesa de dicha institución para los próximos cuatro años.

Si el 26 de febrero se hubieran repetido en cada circunscripción electoral los resultados de las elecciones municipales de 1983, la distribución hubiera sido la siguiente (entre paréntesis figura la distribución realmente resultante): PNV, 32 (32); PSOE, 22 (19); HB, 10 (11); CP, 7 (7); Euskadiko Ezkerra, 4 (6). Es decir, que las únicas variaciones significativas son el ligero retroceso del PSOE y el leve avance de Euskadiko Ezkerra.

El aumento de 60 a 75 escaños aprobado en noviembre pasado por la Cámara ha favorecido a EE y perjudicado al PNV. En efecto: si se hubiera mantenido el número de 60 escaños, el PNV habría obtenido 27 de ellos, lo que, en ausencia de los ocho que habría logrado HB en tal hipótesis, le otorgaría la mayoría absoluta (27 sobre 52). Euskadiko Ezkerra, por el contrario, se habría quedado en cuatro escaños.

Reparto provincial

El reparto paritario vigente, que otorga idéntico número de diputados a cada provincia, independientemente de su población ha perjudicado al PNV, que obtiene sus peores resultados en Álava (35,8%, frente al 41,6% de media en el conjunto de los tres territorios). Con esa prima al voto alavés, si se hubiesen repetido los resultados del 28 de octubre de 1982, el PSOE -que entonces obtuvo globalmente 30.000 votos menos que el PNV- habría, pese a ello, logrado la mayoría con 25 escaños, frente a 24 del PNV.El análisis de los resultados por municipio confirma la impresión, ya acreditada en elecciones anteriores, de que es en las poblaciones pequeñas y medianas donde el nacionalismo en general, y el PNV en particular, refuerza su hegemonía. Así, la relación entre el PNV y el PSOE en los 11 municipios de la comunidad autónoma que superan los 40.000 habitantes (Bilbao, Vitoria, San Sebastián, Baracaldo, Portugalete, Santurce, Guecho, Irún, Rentería, Basauri y Sestao, que en conjunto agrupan el 63,3% de la población de Euskadi) ha sido de 5,8% (PNV) frente a 4,22% (PSOE), es decir, bastante menor que la relación media total (6,45% frente a 3,55%). En los ocho municipios con una población comprendida entre los 20.000 y los 40.000 habitantes (Llodio, Durango, Galdácano, Lejona, Éibar, Hernani, Mondragón y Pasajes), la relación es de 6,3% a 3,7%.

HB, por su parte, sólo ha sido mayoritaria en pequeñas poblaciones rurales (siete en total), si bien ha aumentado el número de votos en 16 de los 19 municipios con más de 20.000 habitantes (baja en Llodio, Hernani y Santurce). En los 11 municipios mayores, HB recibe 8.100 votos más que en las últimas municipales. Euskadiko Ezkerra aumenta en esas mismas localidades 8.800 votos. Este último partido ve acelerarse su progresivo vizcainismo, mientras que pierde posiciones en Guipúzcoa.

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