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El vídeo, cada vez más utilizado como instrumento de ocio de las clases sociales modestas

El vídeo es en España un instrumento de ocio utilizado preferentemente por las clases modestas. "Las tres cuartas partes de los vídeos vendidos se encuentran en hogares con bajo poder adquisitivo, todo lo contrario de lo que ocurría cuando se presentó en el mercado". Éste es uno de los cambios sociales que se han constatado a raíz de la reciente celebración en Alicante del primer Congreso Nacional de la Industria Videográfica. El congreso, que reunió a 600 industriales del vídeo, entre distribuidores, productores y representantes de videoclubes, estudió, además de los cambios sociales que produce la videomanía, el espectacular crecimiento del consumo de estos magnetoscópios en nuestro país, donde se registró el mayor crecimiento mundial en el sector, según las conclusiones destacadas para este periódico por el director de esa feria, Antonio Soria.El mercado español sigue los mismos pasos que el británico sólo que con un retraso de dos años respecto al primero. En Gran Bretaña hay cinco millones de vídeos, mientras que en España se han vendido hasta ahora 700.000 de estos aparatos. En ambos países, el público más adicto es el que posee un nivel cultural más bajo, "lo que va a dificultar la entrada en los hogares de otros productos con soporte magnético, como son la prensa electrónica, los cursos de idiomas y de especialidades y los pequeños orden adores".

Asociaciones de videoclubes

El futuro de la industria videográfica en España pasa por la clarificación legislativa, "ya que el decreto que la regula es confuso y tiene ciertas lagunas". Comenta Soria que entre otros despistes, la Administración desconoce cómo realizar las revisiones preceptivas que ordena la legislación vigente sobre magnetoscopios.Asimismo denuncia el retraso que ocasiona en el mercado el plazo de tres meses que la ley otorga a la Administración para la clasificación de películas. El crear los mecanismos de defensa propios de nuestra industria fue uno de los objetivos de este congreso, organizado bajo la iniciativa de la revista especializada Electro Imagen.

Todos los congresistas coincidieron en la necesidad de potenciar en nuestro país los videoclubes. Al respecto, y comparando de nuevo con el mercado británico, afirman que en España sólo hay 5.00 personas que pertenezcan a alguna de esas asociaciones, mientras que en Gran Bretaña son cin co millones de videoadictos organizados en ellas.

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