El Consejo de Estado francés, favorable a la concesión del estatuto de refugiado a seis vascos reclamados por España

El Consejo de Estado, máximo tribunal administrativo francés, ha estimado un recurso presentado por seis refugiados vascos contra la decisión de la comisión de recursos de la Organización Francesa para los Refugiados y Apátridas (OFPRA) de denegarles el estatuto de refugiado político, documento que solicitaron tiempo atrás. La decisión del Consejo de Estado da lugar a un nuevo procedimiento, que debería concluir con la concesión de las cartas de refugiados a los titulares del recurso, según abogados del País Vasco francés.

Las mismas fuentes indican que los seis vascos, reclamados por la justicia española, podrán ahora solicitar nuevamente a la OFPRA -en la que están representados el Ministerio de Asuntos Exteriores francés y el Alto Comisariado de la ONU- el estatuto de refugiado político, y que, en buena lógica este documento debería serles concedido tras la resolución del Consejo de Estado.La carta de refugiado político otorga a su titular todos los derechos de un ciudadano francés, salvo el de ejercer el voto en las elecciones, e impide su extradición o su expulsión de Francia, país que se compromete a protegerle tanto dentro de su territorio como fuera de él y le ofrece sus consulados en los países extranjeros.

Los seis refugiados vascos son: Francisco Múgica, Paco; Emilio Martínez, Mari Gorta; Ana María Alberdi, Anne Mari; Pedro María Etxabe; Juan Otxoantesana, Pirru y Jon, y Carlos Ibarguren, Carlos y Nervios, todos ellos, según la policía española, miembros de ETA Militar. Al parecer, Francisco Múgica, Paco, forma parte de la dirección; Carlos Ibarguren ejerce el papel de responsable de las finanzas, y Juan Otxoantesana es uno de los elementos más activos de esta organización terrorista.

La Administración francesa retiró la carta de refugiado político a la gran mayoría de los residentes vascos en 1978. En la actualidad sólo 13 de ellos (ocho según otras fuentes) conservan este documento, que se concede preferentemente en caso de que se demuestre que la seguridad y la integridad física de los solicitantes se encuentra en peligro.

De hecho, la mayoría de los que poseen hoy día la carta de refugiado -Domingo Iturbe Abasolo, Ángel Iturbe Abasolo, María Dolores González Cataráin, Juan Francisco Santisteban, Izaguirre, Lujua, Peisoto y Sasiáin Etxabe- ha sufrido atentados o intentos de secuestro por parte del autodenominado Batallón Vasco Español o de otros grupos terroristas de signo opuesto.

La protesta de Bayona

A raíz de las medidas de confinamiento y expulsión de refugiados vascos, decretadas por la Administración francesa hace dos años, medio centenar de refugiados inició una huelga de hambre en la catedral de Bayona en un intento de presionar a la Administración y de influir en la opinión pública de ese país.

La Administración francesa restó trascendencia a la entrevista que mantuvieron portavoces de los huelguistas con el director del gabinete del ministro de Justicia el día anterior a la finalización de la huelga.

Fuentes de la Administración francesa afirmaron ayer tarde ignorar la decisión del Consejo de Estado, pero subrayaron que, en cualquier caso, la política del Gobierno respecto a los refugiados no ha sufrido modificación alguna. La mayoría de los refugiados vascos dispone únicamente de permisos de residencia, ya sean renovables cada uno, dos o tres meses o ampliables hasta seis.