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Felipe González, partidario de un tribunal europeo para juzgar terroristas

El presidente del Gobierno español, Felipe González, se mostró ayer dispuesto a la creación de "un tribunal europeo para juzgar los delitos de terrorismo, con penas que puedan ser consensuadas a través del Consejo de Europa", y cuyas condenas se cumpliesen "en el país donde sean atrapados" sus autores. En declaraciones hechas a la Televisión belga, en vísperas del inicio de su visita oficial a este país, González señaló también que "el año 1984 será un año más duro en los temas del terrorismo, y el 1985, también". En el momento de partir hacia Bruselas, González señaló que no consideraba en absoluto necesario aplicar el mecanismo constitucional de declarar estado de excepción en el País Vasco.Felipe González llegó ayer tarde a Bruselas, acompañado de su esposa, Carmen Romero, y del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán. Hasta hoy no comenzará oficialmente la visita, que tendrá sólo dos días de duración y será exclusivamente de carácter bilateral. Esta misma mañana, el presidente González se entrevistará con su colega belga, Wilfried Martens, así como con los ministros de Finanzas, Justicia e Interior. Morán, por su parte, mantendrá una conversación con su homólogo, Leo Tindemans. Al mediodía, la delegación española almorzará en privado con los reyes Balduino y Fabiola.

Bélgica es quizá el único país de toda la Comunidad Europea que no plantea ningún problema al ingreso de España. Este viaje puede ser considerado como un preludio a la gira europea que el presidente español tiene previsto hacer durante la próxima primavera por todos los países de la CEE. La única sombra existente en las relaciones hispano-belgas es la demanda de extradición hecha por España de dos supuestos etarras, Salvador Ormaza y Joseba Arteche, detenidos en Amberes y a la espera de juicio en Bélgica por transporte ilegal de munición.

Fuentes diplomáticas belgas han manifestado que, antes de atender a esta petición de extradición, los procesados tendrán que cumplir, si las hubiere, sus deudas con la justicia de Bélgica. En sus declaraciones a la Televisión belga, el presidente español afirmó precisamente que esta extradición "no era lógico que se produjera probablemente durante la dictadura, pero sí es lógico que se produzca en las relaciones entre dos países democráticos".

"Yo querría que todo el pueblo belga", dijo González, "comprendiera que en España no se da ninguna de las condiciones que pueda justificar la condición de refugiado político para ningún ciudadano español" en el extranjero. En España "todo el mundo puede expresar y defender sus ideas libremente. Lo que no se puede hacer es matar, y éstos se dedican a matar".

Igualmente, Felipe González reiteró la necesidad de coordinar la lucha contra el terrorismo a nivel europeo, sufriendo la creación de un tribunal europeo para delitos de terrorismo. "Lo que no creo", añadió, "es que se pueda mantener la cobardía intelectual de no atacar a fondo el problema del terrorismo". El presidente español declaró que no cree que el terrorismo llegue a provocar una acción del Ejército, y afirmó que utilizará todos los medios políticos y policiales.

Si el terrorismo "no se ataja, si no se comnbate con eficacia, la desmoralización que produce en los ciudadanos, la desafección, el distanciamiento de las instituciones democráticas, son problemas mucho más peligrosos que el de pensar que vaya a haber una respuesta militar, que no tendrá lugar", concluyó González.

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Medidas excepcionales

Con respecto a la posibilidad de adoptar medidas excepcionales en el País Vasco, Felipe González declaró a su salida del aeropuerto de Barajas de Madrid que entendía que en absoluto es conveniente, si bien "el estado de excepción es una de las figuras contempladas en la Constitución española, para el caso de (que hubiera necesidad".González precisó que en el supuesto de (que hubiera una necesidad, el Gobierno aplicaría el mecanismo constitucional del estado de excepción. "Esa es exactamente mi posición", indicó el presidente del Gobierno. "Lo que no quiero es que sigamos haciendo un análisis de mecanismos constitucionales, fuera de la Constitución, ya que está previsto dentro de ella. Por eso digo que una previsión constitucional se hace siempre por algo, en España o en cualquier país del mundo. Y reitero que no creo que sea necesario, en absoluto necesario, ahora".

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