El martes habra sentencia en el juicio por el mayor alijo de tabaco aprehendido en Europa
La Audiencia Provincial de Pontevedra dictará el martes próximo la sentencia relativa al juicio, celebrado el viernes contra los 16 tripulantes de los barcos Tessa y Ceder, acusados de intentar introducir clandestinamente en España ocho millones de cajetillas de tabaco rubio, valorado en 1.400 millones de pesetas, el mayor alijo de su clase aprehendido en Europa. La sentencia puede hacerse pública el mismo día del juicio o en las 48 horas siguientes.
El fiscal y el abogado del Estado solicitaron condenas de cuatro años de prisión y dos millones de pesetas de multa para los capitanes de los barcos, apresados el 24 de mayo de 1983 a 10 millas de las aguas jurisdiccionales de Pontevedra, y dos años para el resto de la tripulación, con otra multa conjunta de 1.400 millones de pesetas y el pago de la operación de captura. Los abogados de los encausados, así como los de las navieras propietarias de los barcos, solicitaron la libre absolución de sus defendidos.Declararon en la sesión de la mañana, en medio de una gran expectación pública, el capitán del Ceder, Constantino Nicolaos, y los tripulantes de ambos barcos. Nicolaos, de nacionalidad griega, mandaba el más pequeño de los buques apresados, el Ceder, de 300 toneladas de registro bruto y bandera panameña, que, según la acusación, hacía de buque lanzadera, o intermediario, entre el Tessa, de 1.000 toneladas -también panameño, donde se encontraba el cargamento de tabaco, propiedad de una empresa afincada en Hong Kong, con domicilios legales en Amberes y Suiza-, y una flotilla de 13 canoas planeadoras, que, a su vez, introducían el tabaco en la ría de Arosa.
El capitán lo niega
Nicolaos negó en su declaración que tuviera ninguna relación con el Tessa, y dijo que en el momento de su detención, a 10 millas de las aguas jurisdiccionales españolas, se dirigía a Southampton (Reino Unido) para reparar una avería de las turbinas.Según declaración del jefe del servicio de operaciones navales y aéreas del servicio de vigilancia aduanera, el Ceder iba provisto de tangones, unos artefactos retráctiles destinados a impedir el acoderamiento de otros buques para su detención, con los cuales produjo daños importantes al buque español que lo apresé.
El tribunal no pudo escuchar el testimonio del capitán del Tessa, porque ha sido trasladado a Suiza en libertad provisional para ser atendido de una embolia que sufrió hace unos días. Los tripulantes de este navío reconocieron que llevaba en sus bodegas cajas de tabaco rubio cargadas en Amberes, pero negaron que intentaran trasbordarlas al Ceder.
La defensa se basó fundamentalmente en este punto para intentar demostrar que no procedía la detención. Los testigos de la acusación, todos ellos oficiales que tomaron parte en la aprehensión, aportaron testimonios y documentación para demostrar que sí se intentaba el transbordo. El fiscal jefe consideró aplicable el artículo 23 del Convenio del Ginebra, que regula el derecho de persecución en aguas internacionales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.