Los dueños de los perros que mataron a un niño en Salamanca aseguran que los pequeños atacaban a los animales

Joaquín Martínez preguntaba a varios niños que se encontraban en la puerta del chalé: "Cuántas veces os dije que no les tirarais piedras y que no entrarais, que os ibais a caer a la piscina o morderos algún perro?". "Muchas", contestaban todos a coro con caras bajas. Entre estas dos actitudes se centra la tragedia que vive la familia de Antonio García de la Viuda, de seis años, destrozado el miércoles en Cabrerizos (Salamanca) por las mordeduras de dos perros. El pequeño fue hallado en el callejón del jardín de un chalé donde había entrado para recoger su gorro, que le habían lanzado dentro unos compañeros del colegio. Al parecer, los perros que guardaban el chalé en ausencia de los propietarios, le atacaron e hirieron en diversas zonas vitales.

Los padres de Antonio García de la Viuda se intranquilizarón al comprobar que el niño no llegaba de la escuela, que está en las proximidades del domicilio familiar. A la noche, los vecinos de Cabrerizos decidieron salir a buscarle, hasta que, alertados por los ladridos de los animales, descubrieron en el chalé el cuerpo destrozado del niño.La propietaria de la parcela, Piedad Fernández, y su compañero Joaquín Martínez manifestaban a este periódico que estaban cansados de pedir a los maestros, al alcalde y a las autoridades que impidieran a los niños destrozar con piedras la propiedad. Incluso contaban que varios cachorros de perros que poseían fueron hallados muertos, y que el año pasado descubrieron un dogo de un año ahogado en la piscina. "Se lo dije al juez de paz y él me contestó que pidiéramos daños y perjuicios y que presentara una denuncia en Salamanca", manifestaba Joaquín Martínez, "pero nosotros nunca hemos querido indisponemos por una cosa así".

Según sus propietarios, ninguno de los canes es agresivo. El que se supone que inició la agresión contra el pequeño, el pastor belga, tiene cinco años y "es dócil y cariñoso". El segundo, Grafi, un pastor alemán de año y medio, está adiestrado para obedecer y atacar. "Pero el adiestrador nos dijo que era poco agresivo". Joaquín Martínez, amante y conocedor de los perros, los cuida a diario, aunque el chalé sólo está ocupado de manera continuada durante tres meses en verano. Los perros "cuestan mucho dinero", se alimentan con chicharrones especialmente preparados para estos animales y en ocasiones con carne de caballo y pollo con arroz, siempre cocido.

A primera hora de la tarde de ayer el veterinario visitó a los perros, que deberán permanecer bajo control durante 14 días. "Después mataremos a Terry, el pastor belga, porque cada vez que lo veo y pienso...", afirmaba Joaquín Martínez. "Anoche mismo, cuando llegué, quise matarlo. El juez me ha dicho que no, pero lo tengo decidido".

La parcela de Piedad Hemández tiene 1.500 metros cuadrados -en el centro de la cual se encuentra la casa-, y la rodea una verja de bloques de hormigón de una altura de metro y medio, con una tela metálica por encima. En la parte posterior linda con la escuela, a la que acuden todos los chicos del pueblo. Ayer la tela metálica estaba parcialmente derribada: "La tiran cuando entran y la levantamos cada poco tiempo", aseguraban los propietarios.

Perros adiestrados

En esa parte se encuentra la piscina, y ahora están finalizando las obras de un frontón. Los jardineros y los albañiles entran todos los días. Sólo una zona de inferior altura y de dos metros de ancho tenía ayer desprendida la tela metálica. El cuerpo del pequeño se encontró en un callejón contiguo a esa parte de la cerca, construido como acceso de vehículos para otra parcela, aunque inutilizado por el momento. El callejón forma parte de la propiedad y está abierto al final.El adiestrador de uno de los perros fue Manuel Lanza, que vive en Villamayor, otro pueblo salmantino próximo a la capital. Desde hace 10 años adiestra perros, unos para guardia y defensa, otros para obediencia, defensa y ataque; algunos para rastreo. Grafi pasó tres meses en su escuela. "Está educado para obedecer al dueño, para pasear por la calle sin necesidad de llevar correa y para atacar en caso de agresión". Ayer aseguraba que Grafi no pudo iniciar el ataque. "El otro perro es más agresivo y pudo haberse lanzado, pero dudo que el chico se atreviera a entrar con lo que ladra este perro". El adiestrador explicaba ayer a EL PAÍS que en los perros influye de forma decisiva el saber que están en territorio propio.

Lanza aprendió su oficio con la policía alemana, donde trabajó una decena de años. Él asegura que los perros pueden perder el control, aunque es extrañísimo, "porque son muy equilibrados", y afirma rotundamente que él "no educa asesinos".

Junto a la consternación que ha producido en Salamanca la muerte del niño Antonio García, el suceso ha puesto en tela de juicio los posibles procedimientos para la defensa de propiedades e inmuebles. Según fuentes jurídicas consultadas, la escasa legislación sobre responsabilidad por daños que puedan producir animales ha quedado desfasada y existe un claro vacío legal.