La Junta andaluza, disconforme con las transferencias del ERYDA y del leona

Fuentes de la Junta de Andalucía manifestaron ayer su disconformidad con el acuerdo de transferencias en materia de agricultura, concretamente en lo que respecta a las transferencias del Instituto para la Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA), adoptado anteayer en Madrid por parte de la comisión mixta. El citado acuerdo, calificado de "entreguista" en algunos círculos, puede convertirse en el primer examen político del futuro presidente, José Rodríguez de la Borbolla. Su importancia nace de que en muchos sectores se ha ligado la salida de Escuredo a la discusión en materia de transferencias en agricultura.Las discusiones de las transferencias en materia de agricultura están centradas en torno a la competencia que el Estado se reserva en la ordenación general de la economía nacionalidad y, más concretamente, en cuáles deben ser las competencias que deba reservarse para llevar a cabo una política de regadíos que se considera ligada a la ordenación de la economía agraria nacional. De forma más concreta, cabe decir que el Ministerio de Agricultura desea mantener en Sevilla un equipo de 25 funcionarios, de cinco personas cada uno, con el que controlar la actividad de equipos provinciales.

La consejería de Agricultura está dispuesta a aceptar como mucho -y así lo han manifestado varias veces sus más altos cargos- que el ministerio se reserve un ingeniero agrícola por provincia y, si acaso, un chófer que le lleve y le traiga, más un mínimo equipo en Sevilla que coordine el trabajo de los ocho ingenieros provinciales. Junto a la discusión de este porcentaje de funcionarios está el de la consiguiente dotación presupuestaria.

El ministro de Agricultura, Carlos Romero, ya anunció en Sevilla el pasado día 17, cuando visitó la capital andaluza justo un día después de la marcha de Escuredo, que su ministerio pretendía mantener el 9% del IRYDA. El problema ahora para la Junta de Andalucía y para su próximo presidente, Rodríguez de la Borbolla, es que los altos cargos de la consejería de Agricultura habían rechazado esta forma de reparto, y que la salida de Rafael Escuredo ha sido presentada como una postura de dignidad ante la incomprensión centralista en diversas materias, fundamentalmente ésta.

Estas dudas de última hora justificarían que, a pesar de que el martes. se anunció que la Junta de Andalucía y el Gobierno habían llegado a un acuerdo en materia de transferencias en agricultura, ayer no fuera aprobado el decreto en el Consejo de Ministros. La explicación oficial es que aún no está redactado. Por el momento, José Rodríguez de la Borbolla se ha limitado a declarar: "Hemos conseguido lo que pretendíamos".

Al parecer, la solución podría llegar a través de un arbitraje último del Ministerio de Administración Territorial.