El Ayuntamiento de Aranjuez quiere poner de nuevo en funcionamiento el viejo 'Tren de la fresa'

El Ayuntamiento de Aranjuez ha iniciado las gestiones con los responsables de Renfe para poner de nuevo en circulación el viejo Tren de la fresa, que hasta 1929 realizaba el trayecto Madrid-Aranjuez, y fue la segunda línea ferroviaria que se construyó en España, después de la de Barcelona-Mataró. El Tren de la fresa fue inaugurado solemnemente el 9 de febrero de 1851, y ha hecho ahora 133 años. El Ayuntamiento de Aranjuez intenta de esta forma ofrecer a los madrileños la posibilidad de conocer mejor los valores históricos, artísticos y paisajísticos de la localidad, poniendo a su disposición un medio de locomoción atractivo.El Ayuntamiento desea que el convoy, remozado, entre en funcionamiento para las fiestas patronales del pueblo, a últimos de mayo. La periodicidad del tren sería de un viaje a la semana. El trayecto comenzaría en la Estación de las Delicias, hoy convertida en museo, y tendría una parada hacia la mitad del recorrido, en la que se efectuarían las tradicionales y ya olvidadas maniobras de repostado de agua y enganche de vagonetas.

El pasado 7 de febrero se celebró una entrevista entre Eduardo García, alcalde de Aranjuez, y Joaquín Rivera, delegado de Turismo municipal, por una parte, y Elíseo Díaz, subdirector de la 2ª zona de Renfe y Javier Tello, director del Museo Nacional de Ferrocarril, por otra. La idea municipal, según declaro ayer Eduardo García, fue bien acogida por sus interlocutores.

Renfe deberá encargarse de la infraestructura necesaria, entre la que se cuenta una locomotora a vapor de principios de siglo. El Museo del Ferrocarril aportará cinco vagones de época, de los que se encuentran depositados en el Museo y que serán objeto de restauración. El coste del proyecto no es demasiado elevado, apenas unas 600.000 pesetas, incluyendo la campaña publicitaria necesaria para dar a conocer la iniciativa al público, en general.

El Tren de la fresa fue el primer tramo de la línea férrea Madrid-Alicante, y el Marqués de Salamanca su promotor. Durante su vigencia, hasta 1929, miles de madrileños acudían a Aranjuez a presenciar las carreras de caballos de un ya desaparecido hipódromo situado en el lugar conocido como Legamarejo.