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El PNV utiliza la dimisión de Escuredo para acusar de centralismo al Gobierno socialista

La dimisión de Rafael Escuredo como presidente de la Junta de Andalucía ha proporcionado al Partido Nacinalista Vasco un inesperado y suculento argumento piara reforzar sus acusaciones de centra lismo al Gobierno socialista en la campaña electoral vasca.Así se demostró en el mitin celebrado en la noche del jueves en Basauri (Vizcaya), en el que intervinieron el candidato a la reelección como presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, y el primer dirigente del PNV y también candidato a diputado, Xabier Arzallus. Aunque ambos estuvieron en el mismo local e intervinieron en el mismo acto, no llegaron ni siquiera a saludarse, evidenciando que no se han cerrado las heridas abiertas en el reciente conflicto sobre la candidatura de Carlos Garaikoetxea a la presidencia del Gobierno vasco.

El acto se celebró en la casa so cial de Basauri, localidad industrial situada a cinco kilómetros de Bilbao, con un alto porcentaje de población inmigrante. El animador del mitin-fiesta anunció a las 22 horas que Xabier Arzallus había llegado ya a Basauri y en unos minutos estaría en el local. No fue así, y media hora después apareció en el escenario Mario Fernández, vicepresidente del Gobierno vasco y candidato a diputado por Vizcaya, quien ofreció "las realizaciones y la credibilidad de un Gobierno y un programa realista, progresista y nacionalista. Un nacionalismo integrador frente al PSOE, que quiere gerierar el resentimiento de la discriminación que no existe en Euskadi, donde un Mario apellidado Fernández llega a vicelendakari".

Hizo Fernández la más directa, aunque no la única, referencia a Escuredo: "Un presidente de comunidad autónoma como Andalucía, socialista, ha tenido que dimitir porque no le daban transferencias, y no le garantizaban el autogobierno. Una situación que nosotros conocemos muy bien".

En olor de multitudes llegó Garaikoeocea al escenario, adornado con dos grandes retratos suyos y en medio una gran ikurriña con un viejo retrato de Sabino Arana. Precisamente una frase del fandador del nacionalismo vasco -"Euskadi es la patria de todos los vascos"- sirvió al lendakari para dar un mensaje de integración ante un público de alto índice de inmigración. Dirigiéndose a "quienes sois fieles a vuestra tierra de origen pero identificados con este país", Garaikoetxea denunció al PSOE "por su malévola intención de reabrir el conflicto de las dos comunidades. Todos sois hermanos nuestros, vaseos, autóctonos o no. Que nadie saque el latiguillo de la discriminación contra nosotros. No nos dividirán".

Al término de su intervención, Mario Fernández y Carlos Garaikoetxea se retiraron a cenar a un salón situado junto al escenario, mientras continuaba la fiesta. Media hora después, como por sorpresa y entre aplausos, llegó Arzallus, que subió directamente al escenario y sin quitarse el chaquetón tomó el micro.

Arzallus y Fidel

Arzallus arremetió directamente contra Felipe González por su participación activa en el plan de paz de Contadora. "Felipe en Contadora, y aquí no hay forma de que los socialistas se sienten a la mesa de negociación", dijo.,"Su primera responsabilidad no es arreglar los problemas de Centroamérica, sino los asuntos de aquí dentro, el problema de la paz en Euskadi, donde hay una raza especial de terroristas que no tienen más razón que la de matar".Arzallus recordó al presidente del Gobierno español que no ha cumplido la promesa de abrir un proceso de diálogo para lograr la pacificación en Euskadi, hecha en la campaña electoral de octubre de 1982. "Ni un solo paso ha dado en ese sentido", afirmó. Aprovechó la estancia de Fidel Castro y el comandante Ortega en España para criticar el cálido recibimiento que les ha dispensado Felipe González. "A dos tiranos de esa envergadura no se les puede sentar a la mesa. Un tirano es un tirano, vaya vestido de rojo, verde o blanco".

Arzallus acusó a los socialistas, sin citar las siglas, de permitir la guerra sucia, "una dinámica", dijo, "en la que es fácil entrar pero difícil salir y que tiene un alto precio para Euskadi". "Ellos", añadió, "prometen paz pero traen guerra".

Carlos Garaikoetxea se había situado a un lado del escenario, entre el público, para escuchar la última parte de la intervención de Xabier Arzallus, que concluyó con la interpretación del himno oficial Gora ta gora. Garaikoetxea volvió a retirarse al salón situado junto al escenario, al que no acudió Xabier Arzallus, quien se excusó -"estoy harto de mítines"- y salió rápidamente del local sin saludar siquiera al lendakari.

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