Un ingeniero de la Armada española dirigirá el programa 'Fragata de los años noventa'

El capitán de navío e ingeniero naval de la Armada española Rafael Ojeda será el director del programa Fragata de los años 90, en el que están implicados ocho países de la OTAN, entre ellos España, en el marco de la Alianza Atlántica. Por vez primera España participa en un proyecto de la OTAN de tal envergadura, lo que es interpretado por algunos observadores y expertos de la Alianza como una actitud positiva del Gobierno español a la cooperación militar con países de la OTAN. Las fuentes españolas insisten en que se trata de una operación beneficiosa para todos los participantes en el programa.

Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, República Federal de Alemania, Holanda, Bélgica y España han acordado (Memorandum of understanding) dar el paso para la ejecución del estudio de viabilidad de esta fragata. Un estudio previo, que también dirigió Ojeda, recibió el visto bueno de la Conferencia de Directores Nacionales de Armamentos de la OTAN, que aunque se ocupa de temas puramente militares es parte de la estructura civil de la Alianza, como lo prueba la presencia de Francia. España está representada en las reuniones de esta conferencia por el general Andrés Jiménez, director general de Armamento y Material, quien ya señaló en abril su buena disposición hacia el proyecto.El estudio previo de viabilidad se llevó a cabo por el subgrupo de la conferencia denominado NIAG (Grupo de Asesoramiento Industrial de la OTAN), y más precisamente en su rama NNAG (Grupo de Armamento Naval de la OTAN).

El centro de gestión del programa estará en la República Federal Alemana y será dirigido por el capitán Ojeda, lo que acarrea algunas cargas administrativas para España. Las inversiones que destinará España a este estudio saldrán de los fondos normales de investigación del Ministerio de Defensa.

La participación en este estudio, que durará unos dos años, no obliga a hacerlo en el desarrollo y construcción de la Fragata 90, que es el primer gran proyecto en común de la OTAN en el terreno naval.

Abaratamiento de costes

España considera que el modelo de barco se ajusta en principio a las necesidades de la Marina española para el futuro, "con independencia de las necesidades de la OTAN", según una fuente española. La participación en los estudios, según esta explicación, abarata para España los costes de investigación si se comparan con los gastos de un proyecto en solitario.Los expertos de la OTAN parecen de acuerdo en que la nueva fragata calará entre 3.000 y 3.500 toneladas, y estará fundamentalmente destinada a la lucha antisubmarina.