Reuniones claramente orientadas al alza

Las reuniones bursátiles de ayer presentaron unos perfiles francamente optimistas, casi rayanos en la euforia, donde todos los sectores en que normalmente se subdivide el mercado reflejaron una evolución alcista que venía a poner de manifiesto el ambiente propicio en el que se desarrollaron las contrataciones. El indicador del grupo de alimentación, gracias al nuevo y portentoso avance de El Aguila, se colocaba en cabeza de las mejoras, con una ganancia genérica superior a los tres puntos.No obstante, estas mejoras afectaron también a valores de mayor peso específico en el devenir diario del mercado de acciones, como Dragados, que con un incremento de siete puntos en su cotización ponía a prueba los nervios de más de un operador a corto plazo, y sobre todo desbarataba sesudos criterios elaborados con anterioridad por quienes aún creen en el rigor de la bolsa a la hora de seguir los razonamientos técnicos.

De la misma forma, el grupo eléctrico vivía momentos de euforia con la práctica totalidad de sus integrantes registrando avances, y un Iberduero que conseguía instalarse y resistir la presión de los vendedores en el 50%. Aparentemente a este precio se realizó un drenaje de la práctica totalidad de las órdenes de venta limitadas que existían, y que no eran pocas. Queda por ver si en las reuniones de hoy cuenta con el suficiente empuje como para aguantar el tipo y mantener su tendencia positiva. En este sentido, sólo se puede apuntar que algunos especialistas cualificados insistían en que contaba con mimbres suficientes corno para intentar la escalada de cotas superiores, mientras apuntaban con tremendo sigilo no se sabe muy bien qué maravillosas operaciones financieras futuras. El grupo bancario consiguió también incorporarse a las alegrías de la jornada, con Banesto y Popular desentonando del concierto de optimismo general como consecuencia de los pequeños saldos vendedores que presentaron. Esta circunstancia fue aprovechada por el resto de sus compañeros para acrecentar o disminuir las diferencias, según los casos, dentro de esas particulares carreras que acostumbran a mantener entre ellos.

La presencia marginal de órdenes de compradores extranjeros, último soporte del mercado en reuniones anteriores, fue favorablemente interpretada por diversos analistas, quienes mantienen las esperanzas de que las estimaciones optimistas de los chartistas constituyan un estímulo importante para estas fuentes de demanda. Aquí el asunto está en anticiparse a la acción realizadora de estos peculiares inversores, pues en sus decisiones de venta suelen actuar como el caballo de Atila y la experiencia demuestra que arrastran detrás de ellos a todo el mercado.

En cualquier caso, el centro de atención de las sesiones bursátiles de ayer lo constituyó la suspensión cautelar de las cotizaciones de la Inmobiliaria Urbis por tres días, ante una amenaza de OPA (oferta pública de compra) cursada por un grupo franco-belga, el NMB-Interunión. Lo de amenaza ya por los términos en que fue redactada la comunicación de este grupo a la Junta Sindical de Madrid, y la broma consistió en que la suspensión de la cotización no resultó extensiva, aparentemente, al resto de las bolsas, ya que en el resumen de cotizaciones del mercado valenciano aparecían operaciones en Urbis realizadas al 36%.