Los socialistas suizos deciden permanecer en el Gobierno

El Partido Socialista suizo (PSS) no abandonará la coalición gubernamental, en contra de lo que en un principio cabía esperar. Los delegados del PSS, reunidos este fin de semana en Berna en congreso extraordinario, han optado mayoritariamente por la permanencia.La decisión fue tomada por 773 votos a favor y 511 en contra, después de un amplio debate en el que los partidarios de la fórmula mágica -o democracia de concordancia- han ganado una dificil batalla. La posibilidad de recurrir a las bases y organizar un referéndum entre los 50.000 militantes del partido -última hipótesis evocada- tampoco consiguió el respaldo necesario, ya que estatutariamente se requerían 536 sufragios y sólo se pronunciaron a favor de él 235 delegados.

Mientras los adversarios del estado actual trataban de demostrar que el PSS pierde "autoridad, prestigio y credibilidad" compartiendo las migajas del poder, los partidarios de la permanencia sostenían que sólo si se está presente en el Gobierno se puede influir eficazmente sobre su política.

"Es hora de que el PSS no abandone las riendas", dijo Otto Stich, "cuando se trata de avanzar leyes como la relativa a la protección del medio ambiente, la lucha contra el fraude fiscal, la reducción de la jornada laboral, la mejora de las prestaciones sociales y la realización de la igualdad entre hombres y mujeres".

Los adversarios de la permanencia en el Gobierno han denunciado hasta la saciedad "la arrogancia y las humillaciones" impuestas por los partidos de centroderecha, y de ahí que exigieran un cierto distariciamiento para rehacer el partido y poder constituirse en alternativa desde la oposición.

La coalición gubernamental suiza (socialistas, radicales, democristianos y centristas) existe desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, la política del país transcurre entre la concertación y el compromiso. Suiza parece haberse acomodado al consenso permanente, y los partidos, por su parte, prefieren compartir el poder.