Israel acoge la retirada de los 'marines' de Beirut con una mezcla de rechazo y alivio

La decisión del presidente norteamericano, Ronald Reagan, de replegar a los marines de Beirut ha sido acogida en Israel con una mezcla de rechazo y de alivio. Rechazo, porque este repligue significará necesariamente un revés para Estados Unidos en Oriente Próximo. Las firmes palabras pronunciadas hace 15 días por el jefe de la Casa Blanca en apoyo del presidente libanés, Amin Gemayel, resuenan todavía en los oídos de los israelíes.

El repliegue ha supuesto también alivio, porque elimina el espectro de una eventual intervención militar israelí en caso de que un agravamiento de la situación en Beirut pudiera haber puesto en peligro la seguridad de los marines. Aunque hasta ahora Israel ha rehusado sistemáticamente, según fuentes informadas de Tel Aviv, las insinuaciones norteamericanas de intervenir para salvar el régimen de Gemayel, el Gobierno de Isaac Shamir no hubiera podido negarse a una solicitud formal de combatir junto a Estados Unidos en Líbano.La decisión norteamericana libera además a Israel del compromíso por Shamir y su ministro de Defensa, Moshe Arens, en Washington, de no evacuar, ni siquiera gradualmente, el sur de Líbano mientras el contingente norteamericano siga en territorio libanés.

¿Qué pasará ahora?

La principal preocupación para los isarelíes es saber qué pasará ahora. Los disparos efectuados ayer por la VI Flota norteamericana contra las posiciones de la artillería siria no se toman muy en serio en Tel Aviv. "Están más destinados a salvar el honor de Estados Unidos que el régimen de Gemayel", aseguraban ayer medios militares. Los expertos castrenses israelíes no creen en la supervivencia militar, y por tanto política, del régimen libanés actual, a menos que Gemayel se someta al dictado sirio. Estas mismas fuentes estiman que Damasco prefiere llegar a un acuerdo, antes o después, con Gemayel que arriesgarse a una nueva guerra civil generalizada en Líbano. Para los sirios es preferible un Gobierno libanés, sometido a Damasco, aunque integrado por todas las tendencias libanesas, que un Gabinete formado por chiitas y drusos.

En la reunión extraordinaria del Gobierno israelí celebrada ayer en Jerusalén, los ministros examinaron la. situación creada por el repliegue de los marines. Las decisiones de tipo operativo han sido pospuestas a una nueva reunión que tendrá lugar el próximo domingo. La mayoría de los ministros están convencidos de que. es necesario reducir, gradualmente, la presencia militar israelí en Líbano.

Israel estudia paralglamente las "medidas necesarias" para garantizar la seguridad de su frontera norte. Estas medidas podrían estár relacionadas con el despliegue de cascos azules en el sur de Líbano y la formación de una milicia local chiita, drusa y cristiana que se encargaría de la seguridad en sus respectivos sectores.